En Ramen para dos nos pusimos al control de un mando de Xbox360 para probar dicha demostración. En ella nos encontramos con un viejo lugar conocido: Green Hill, remozado y arreglado para la ocasión. Antes de empezar a jugar nos ofrecen la posibilidad de encarar el nivel o bien jugando como el Sonic clásico, en dos dimensiones, o jugar con el Sonic más actual que se vale de las tres dimensiones.
Pese a sólo poder jugar la primera fase, la opción del juego clásico transpira bastante del sentimiento añejo que poseían las grandes entregas de la saga. La física, la velocidad, todo resulta muy familiar al puercoespín de toda la vida pero valiéndose de las posibilidades que dan unas consolas de muchísima más potencia. De hecho, a veces en esos giros y tirabuzones que se añaden para darle más espectacularidad a la cosa, uno acaba por perderse un poco aunque no se trata de nada grave.
Lo cierto es que hay muchas cosas positivas del modo en dos dimensiones de este Sonic Generations y da el pálpito de que será un título bastante rejugable ya que, al final de cada fase incluye valoraciones, puntuaciones y tiempo, para hacer más fácil que entremos en una competición con nosotros mismos por superar nuestras marcas.
En cuanto al juego en 3D, en el estilo más moderno, lo cierto es que pese a mi poca pericia habitual en los Sonics de este estilo, el Generations se deja manejar de una forma bastante cómoda y dinámica. En algún momento puede reinar ligeramente la confusión por lo endiabladamente rápido que se pone todo en ocasiones pero, por regla general, las transiciones entre instantes menos en tres dimensiones y otros más en dos dimensiones no resultan incómodos.
Hay que dejar claro que las dos versiones se combinen en una misma partida, no significa que el Sonic clásico mezcle con el moderno en cada fase sino que se elige la opción con la que deseas jugar como si de un modo de juego se tratara.
Hay algunos momentos en los que la cosa casi recuerda a esas fases de bonificación del Sonic 2 y 3, moviéndote a los lados en semicírculos en los que hay que esquivar los peligros. Esta versión en tres dimensiones es, sin duda, más movida y espectacular que la 2D pero yo, como viejo cebolleta de la saga que soy, me sentí mucho más cómodo con la otra y, sobre todo, tenía la sensación continua de que estaba jugando un Sonic de viejo cuño. Lo que más agradecí es que, a cogerlo de nuevas, sabía jugar sin problemas pese a haberme saltado gran parte de las sagas de los últimos tiempos y que el último Sonic que jugara con verdadera profundidad fuera el Sonic & Knuckles pese a probar la mayoría de ellos.
He de reconocer que viendo los trailers me venía a la cabeza un «así sí». El jueves en la Gamefest 2011, terminé exactamente diciendo exactamente lo mismo y esperando a que el puercoespín llegue a España en Playstation 3, Nintendo 3DS y Xbox360 en noviembre de este año.
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