
El evento tuvo lugar en una de las salas de convenciones del madrileño IFEMA, en el parque Juan Carlos I, al norte de la capital y no muy lejos del aeropuerto de Barajas. Si bien la mayor parte de lo sucedido en la Gamefest se dio en el pabellón número tres, también hubo una sala aislada en la que se dieron diversas charlas con el mundo de los videojuegos y algunas de sus sagas como telón de fondo.
La afluencia de público fue masiva, desde la organización se comunicó que han asistido 60.000 personas durante los cuatro días que tuvo lugar y las entradas para el sábado se agotaron con bastante anterioridad aunque, sorprendentemente y pese a que sí había una sensación de que había mucha gente, en ningún momento se tenía una sensación de agobio. Se estima además que el 40% de los visitantes vinieron de fuera de Madrid para acudir exclusivamente al evento.
Nada más entrar nos encontrábamos el gigantesco stand que servía las veces de tienda de la franquicia GAME ya que, detrás de la organización de evento, se encontraba la empresa. A su derecha, SONY había echado el resto, preparando un particular lugar en el que probar el nuevo Uncharted rodeado de escenografía al uso, con un accidente aereo en el desierto rodeado de una miriada de cajas en las que iban insertadas las pantallas en las que probar la demo.
Tras ello, un buen puñado de tarimas para jugar con el periférico Move a diversos juegos de baile, bolos y un largo etc. de videojuegos para el público casual. Pero no muy lejos de allí se encontraba uno de los platos fuertes de la feria: un stand de color azulado en el que se podía probar la PSVita tras hacer una larguísima cola, por supuesto. Nosotros pudimos jugar un rato y dejamos nuestras impresiones aquí.
Al lado había una pirámide de la marca japonesa. En la parte superior había numerosos juegos para probar como el nuevo God of War, las versiones HD de ICO y Shadow of the Colossus, Journey, Resistance 3 o Fifa 12. En la base había una sala oscura en la que poder ver algunos de los juegos de SONY en 3D en una apuesta que la multinacional esta tomándose muy en serio.
La competencia directa en consolas de sobremesa no estaba demasiado lejos ya que Microsoft estaba en una diagonal con un gigantesco espacio divido de forma muy clara entre lo casual y lo que no lo es tanto. A un lado, un escenario en el que prácticamente durante toda la feria anduvieron realizando concursos y con un animador a veces, presentadores de radio y televisión en otras ocasiones, tratando de hacer que el público se acercara para probar el particular periférico.
Por otro lado, protagonismo total para Gears of War 3, con un pasillo guardado por un Locust armado en el que los visitantes pudieron probar el vertiginoso juego online de la exclusiva de Xbox360. En el lado posterior del stand de Microsoft, en la zona opuesta al escenario, había gran cantidad de consolas en las que poder probar títulos como Halo Aniversary, Mass Effect 3 y también algunos títulos del Arcade y de Kinect.
En paralelo a Microsoft y llegando ya a uno de los laterales de la nave, estaba Konami, con mucha cantidad de Pro Evolution Soccer 2012 en unas alfombras verdes que desembocaban en un stand en el que se podían probar juegos como el Metal Gear HD, Metal Gear Solid 3D, Silent Hill Downpour o Neverdead y de los que nosotros dimos buena cuenta pese a que la marca pasó bastante desapercibida al estar un poco apartada del bullicio central.
Regresando a la zona central, entre SONY y Microsoft nos encontrábamos una gigantesca tarta con Sonic sobre ella para conmemorar el aniversario del emblemático erizo mascota de SEGA. En la base del pastel, estaba disponible para probar el nuevo Sonic Generations del que dejamos nuestras impresiones con anterioridad.
El stand de SEGA era absolutamente monotemático, con azafatas y azafatos animando a todo el que pasaba por allí a probar los juegos de Kinect y Wii, Mario & Sonic at the Olympic Games o Sonic Free Riders. También estaba presente el Sonic Colours y, por supuesto, la versión para 3DS de Sonic Generations.
A la vera de Sonic, estaba uno de los lugares donde más tiempo gastamos en la Gamefest, el stand de Namco Bandai, ya que la mayoría de los títulos relacionados con el manga y el anime estaban allí. Tras un modelo de cabina de avión en el que se podía probar el Ace Assault Horizon, estaban una serie de pantallas en las que estaban SoulCalibur V, King of Fighters XIII, Dragon Ball Ultimate Tenkaichi, Saint Seiya: Batalla por el Santuario y Naruto Shippuden Ultimate Ninja Storm Generation y de los que hemos ido vertiendo nuestras opiniones.
Al otro lado se encontraba un pasillo decorado con un dragón en la parte superior y con un interior con cabezas colgando del techo. Y es que dentro se podía probar Darksouls, un juego que promete mucha dificultad en un entorno de fantasía heroica y que se ha estrenado hace nada en nuestro país. Más allá de Namco Bandai había una amplísima zona dedicada a Fifa 12, con un recorrido infantil e infinidad de consolas en las que se celebraron diversos torneos. A su derecha, estaba también un autobús descapotable en el que jugar al NBA 2K12 y una sala donde se podía jugar tras realizar una cola al The Darkness 2.
Regresando a la zona central pero yendo hacia el lado contrario se encontraba THQ, con un rincón dedicado exclusivamente a Games Workshop donde la gente podía pintar figuras de la conocida marca y andaba un Ultramarine a tamaño real pululando por allí con su amenazante estampa interaccionando con los que quisieran acercarse.
También tenían una larguísima limusina Hummer en el que se podía probar Saint’s Row 3 mientras, por absurdo que pueda sonar, una stripper ejercía como tal. Alrededor del Hummer también andaba la particular mascota de esta tercera entrega, un estrambótico gato conocido como el Profesor Genki. También allí estaba lo poquito que hubo de Square-Enix en la Gamefest: una sala en la que siempre había largas colas. ¿La razón? Probar el nuevo Tomb Raider y el nuevo Hitman.
Avanzando un poco desde la zona de THQ llegamos a Ubisoft, que contaba con un espacio dedicado íntegramente al que será uno de sus estrenos más importantes, Assassins Creed Revelations, así como una zona más diversa en la que se podía jugar al Rayman Origins, probar el nuevo Driver y también había un poco de escenografía de los particulares personajes de Rabbids.
Al otro lado Ubisoft tenía un escenario en el que se fueron organizando por un lado muchos concursos de baile con afán de promocionar el Just Dance 3. Pero también, el sábado por la mañana organizaron un concurso de disfraz de Assassins Creed, con una notable participación y afluencia de público. Los premios fueron principalmente merchandising de la saga para los participantes.
A la izquierda de Ubisoft se encontraba Koch Media, con un pasillo repleto de consolas y juegos, entre los que se encontraban algunos de los títulos nipones más relevantes que pudimos ver en la feria. Aunque había un especial énfasis en el MMO Guild Wars 2, allí estaban juegos como Asura’s Wrath, Street Fighter x Tekken, Ninja Gaiden 3, Catherine, Resident Evil: Operation Racoon City o Dragon’s Dogma, todos ellos que hemos ido analizando en el blog y dejando nuestras impresiones de lo jugado allí.
Además, los chicos de Koch Media repartían merchandising y llevaban de forma muy organizada los múltiples torneos de Street Fighter x Tekken y Marvel vs CAPCOM así como las explicaciones del Guild Wars 2 en un stand que estaba sistemáticamente abarrotado.
A la derecha de Ubisoft, estaba Activison, con sus larguísimas colas para probar Call of Duty: Modern Warfare 3 y una zona con consolas para probar algunos de los títulos que traerá en breve. Allí se podía jugar a Spider-Man: Edge Of Time, X-Men Destiny, Skylanders Spyro´s Adventure, GoldenEye 007: Reloaded o Prototype 2, aunque en Ramen para dos apenas nos detuvimos por allí.
Avanzando desde la zona central a la izquierda dejábamos una particular zona de trincheras y vehículos militares donde una tropa de Battlefield estaba dispuesta a sacarse fotos con todos aquellos que lo quisieran. Y es que las tiendas de campaña en las que se podían jugar al título de EA estaban siempre hasta arriba y con una cola kilométrica.
Más allá estaba Nintendo, con un despliegue enorme. La zona de Nintendo estaba divida en dos por el pasillo central del evento. A un lado había un escenario donde se sucedían las actividades: mucho baile pero también concursos de dibujo e incluso un concierto en el que un cuarteto de cuerda tocó algunos de los temas más emblemáticos de los títulos de la empresa.
Al otro lado estaba la zona de juego, por así decirlo. Había dos grandes zonas de cola y una zona de juego “libre” en la que no hacía falta esperar. En la libre se podían encontrar mayoritariamente títulos que ya están en el mercado para 3DS pero también algunos juegos como Kid Icarus: Uprising que pudimos probar.
Las otras dos zonas donde se daban las colas tenían distinta escenografía: por un lado a una se entraba a través de una gigantesca tubería verde y en la otra, a través de una oquedad en un árbol. En efecto, la primera era para jugar a los títulos relacionados con Mario que están por llegar a la Nintendo 3DS: Mario Kart 7, Super Mario World 3D y Luigi’s Mansion 2. La segunda era para poder disfrutar del Zelda Skyward Sword y de las que nosotros dejamos nuestras impresiones aquí.
En paralelo a la zona de Nintendo estaba una gran superficie ocupada por el título de Electronic Arts, Need for Speed: The Run. Allí había estacionados una gran cantidad de automóviles deportivos, como un Audi R8 o un Nissan GT-R, que, a su vez, tenían como acompañantes una serie de azafatas cuyo objetivo era lucir esbelta figura alrededor de los coches mientras un DJ amenizaba la zona con música electrónica. Al fondo, había también un pequeño recodo donde había una serie de pantallas para jugar al juego y unos puffs sobre los que arrojarse para descansar y disfrutar de las vistas.
Al otro lado, en la zona derecha del pabellón se encontraban editoras de cine como 20th Century Fox o Warner. Esta última también tenía juegos para probar como El Señor de los Anillos: Guerra en el Norte, el Batman Arkham City o el Final Fantasy XII-2 del que ya hablamos aquí. Además, se realizaban concursos y trivials en los que uno podía conseguir una figura de Lightning, una baraja de cartas de Batman y demás parafernalia similar.
Por allí también se encontraba el espacio RetroMadrid Fest que englobaba la Zona de Desarrolladores, donde se presentaban algunos juegos para plataformas antiguas, la exposición de juegos retro, en la que podían verse los primeros títulos para Amstrad o una galería de pinballs y arcades de los 80 y 90 para deleite de los que andan más allá de la treintena. Además había consolas como la Sega Saturn funcionando con la primera entrega del Virtua Fighter en un rinconcito con mucha miga.
También había una serie de tiendas de ventas de productos relacionados con los videojuegos pero, al contrario de lo que sucede en los eventos relacionados con el manga y el anime, son una cuestión minoritaria. Estaba Epson, Logitech con un par de curiosidades: un PC metido en una moto y asientos para probar la sensación de movimiento de una cabina mientras se conduce. LG ofrecía también una zona de juego para probar sus televisores en tres dimensiones o una conocida marca de cascos de gamer ofrecía una pantalla en la que jugar al Street Fighter IV llevando uno de esos cascos. Todo con sus consecuentes sorteos para los presentes. También estaba presente Devir, editora de juegos de rol, juegos de mesa y de cartas, en un rinconcito de lo más tranquilo prácticamente al final de todos los stands.
El mayor pero al evento está en la forma que se ha aislado a las charlas y actividades que, o se realizaban en una carpa en la parte trasera del evento, o bien en salas alejadas del macropabellón principal, en unas salas pequeñas que, por cierto, solían llenarse hasta la bandera. En cierta manera parece una forma de indecisión hacia el tipo de feria que quiere ser.
Por un lado está el gran evento, intentando reproducir lo que se puede esperar de los salones norteamericanos, de las grandes ferias del sector y, por otro, está la tendencia y el intento de convertir al sector como un hecho “cultural”. Por ahora va venciendo la primera tendencia con la dificultad que tiene la comparativa con los eventos de nivel mundial.
En ese sentido, este Gamefest 11 ha sido un buen progreso, ideal para el público español que no puede acudir a eventos como el E3. Es un evento disfrutable donde probar muchos juegos que están por llegar y además con una organización solvente detrás. En general, a nivel de prensa especializada, no hay grandes novedades ni demos que no se hayan visto en otro lugar. La excepción podría decirse que ha sido la vita que, aunque se ha podido probar en otros salones, no son demasiados.
Sin embargo a nivel de feria de público es un evento muy disfrutable e indispensable si se es un amante de los videojuegos. Gamefest 11 ha sido un evento que ha crecido ostensiblemente desde el año anterior y que, paso a paso, parece intentar convertirse en una feria a la americana en nuestras fronteras. En ese sentido, como una feria de público, la cosa va más que sobre ruedas. No creo que la feria aspire por ahora a ser referente de nada… pero algo así en España es algo que no se ve todos los días. Al menos, un servidor, esperará con ganas a ver el avance en la edición 2012.
Facebook
Twitter
Pinterest
Google+
YouTube
RSS