Shikama a través de esta exposición ofrece un recorrido de los lugares que visitó el otoño pasado durante tres semanas, en el que el visitante encontrará instantáneas de paisajes gallegos como los bosques autóctonos de As Fragas do Eume y A Marronda, la Costa da Morte, el Castro de Baroña o la Playa de As Catedrais.
Takeshi Shikama (1948), tras una sobresaliente carrera como diseñador, llegó de manera tardía al mundo de la fotografía. Cansado del tumulto de Tokio, decidió instalarse con su esposa en una pequeña casa de madera construida por él mismo en las proximidades de un bosque situado a unas dos horas al noreste de la megalópolis. Talar árboles le impresionó profundamente y le permitió comprender una ancestral creencia japonesa: durante siglos se veneró a los árboles como divinidades que contenían el corazón y el alma de los humanos. Desde entonces, Shikama ha consagrado la mayor parte de su vida a fotografiar el bosque (los bosques), donde transporta e instala su pesada cámara de gran formato, dejándose guiar por los murmullos de un mundo fuera del mundo, lo que él denomina respiración silenciosa.
Tras estos pasos, Shikama dirigó su mirada a los parques naturales del oeste americano, como Yosemite o los de la costa del Pacífico. Pero también visitó la isla de Skye, en la costa escocesa además de captar los bosques urbanos, como Central Park en Nueva York o el Jardín de Luxemburgo, en pleno corazón de París. Takeshi Shikama ya mostró parte de esta exposición en Barceloa en octubre del año pasado 2013 por primera vez en España. Invitado de nuevo por el Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa (MAC), y en el marco de esta exposición, Shikama salió en búsqueda de algunos de los paisajes más emblemáticos de Galicia. Tal y como ya se ha indicado estuvo tres semanas el otoño pasado visitando diversos bosques de la región gallega con motivo de esta exposición.
Fuente: Eikyo
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