La cultura japonesa presenta, como las occidentales, relatos de sucesos paranormales causados por espíritus. Los espíritus de origen nipón tienen diferentes objetivos, algunos son inofensivos, otros bondadosos y por último también pueden ser peligrosos. Muchos de ellos están profundamente marcados por la tradición antigua. Tanto en su forma de actuar, como en su ropa o incluso la filosofía (algunos pueden ser peligrosos pero no por ello maleducados). Algunas obras posteriores a la invención (o descubrimiento) de estos seres han sido de gran importancia para el manga y el anime, como puede ser por ejemplo El Viaje de Chihiro. El uso de historias de fantasmas ha dado lugar a series como Yu Yu Hakuso, Gakkōu no Kaidan, HOLIC/XXX o Kaidan restaurant. El objetivo de este artículo es dar un repaso a los fantasmas más famosos de la cultura japonesa.
Uno de los fantasmas más conocidos popularmente en Japón es la pequeña Hanako-san. Hanako es una inofensiva (aunque depende de la zona también se la ha nombrado como malvada) niña de la época de la Segunda Guerra Mundial que se encuentra en los lavabos de chicas de los colegios e institutos. Si con la puerta cerrada, desde fuera le invitas a jugar contigo, te responderá dando golpecitos en la puerta.
También se dice que si le preguntas “¿Estás ahí, Hanako-san?” cuando la tercera puerta del baño está cerrada, ella responderá “Sí, aquí estoy” y al abrir la puerta descubriremos a una niña con una falda roja. Los profesores le dicen a las niñas pequeñas que si no cuidan el baño, Hanako se pondrá triste.
La creencia occidental de almas en pena que vagan por el mundo de los vivos cuando estos mueren de forma violenta o impactante, es representada en japón por los fantasmas Yurei. Los Yurei provienen del Reikon (un homólogo al alma para los sintoístas) que abandona el cuerpo tras la muerte inesperada. Para ahuyentarlos, los monjes budistas acuden al lugar donde se encuentra el Yurei y realizan un ritual similar a un exorcismo.
También les les ahuyentan las escrituras sintoístas santificadas. No todos los Yurei son malvados, si bien es verdad que los hay vengativos, algunos son protectores, otros enamoran o incluso algunos son sólo niños pequeños. Suelen vestir con kimono blanco y tienen un triangulito de tela en la frente
El Rokurokubi es un yokai (ser mitológico japonés) con aspecto humano durante el día, de hecho son mujeres especialmente atractivas. Pero durante la noche, su cuello crece de forma anormal, e incluso pueden cambiar su cara. Existen dos tipos de leyendas sobre ellos. La primera dice que son inofensivos y que se dedicaban a beber el aceite de las lámparas de la calle. La segunda habla de un ser que le gusta asustar a los humanos, para después comérselos o beberse su sangre, especialmente a los hombres que consiga captar con su belleza diurna. Son más fuertes que los humanos, pero pueden acabar con ellos monjes especializados en estos seres, al igual que algunos dedicados al exorcismo, con rituales similares a los occidentales.
Las madres que mueren al dar a luz en el parto también tienen un lugar especial en el mundo de los espíritus japoneses. Su nombre es Ubume, y suelen aparecerse como los yurei, con kimono blanco y el trozo de tela en la frente. Utilizan dinero falso que después se convierte en hojas, para comprarle dulces a sus hijos. Se dedican a proteger, cuidar y vigilar a los niños.
Pero no son sólo las madres los yurei de rama protectora. Los niños también tienen esta función, es el caso de Zakashi Warashi. Se trata de un niño (o más comúnmente una niña) que vive en la casa y la protege al igual que a sus inquilinos. Suelen encontrarse en las casas antiguas, pues provienen de generaciones anteriores, o incluso forman parte de la estirpe familiar. Tienen el pelo corto, aspecto rojizo, y no superan los 6 años.
Otro fantasma especialmente famoso y del cual se registran varias “apariciones” es Nopperabo. Más conocido como “sin rostro”; se dedica a gastarle bromas a los humanos, haciéndose pasar por sus seres queridos pero con la cara completamente vacía (sin ojos, ni boca ni nariz). Se dice que si una chica tapa su cara con la manga de su kimono y se niega a apartarla hasta que alguien se acerque, es uno de ellos. Si por la noche, sólo en la calle, aparece alguien mirando hacia abajo, tampoco es recomendable acercarse. Puesto que, aunque tienen fama de ser inofensivos, les gusta asustar a la gente.
Pero no todos los fantasmas iban a ser inofensivos. Existe un fantasma llamado Kuchisake-onna que es especialmente peligroso. Tiene la forma de una chica joven, y va con la boca tapada, posiblemente con una mascarilla. Suele encontrarse en parques o plazas, y se espera a que su víctima pase sólo por allí. Se acerca y pregunta “¿Soy guapa?” y una vez la persona contesta se quita la mascarilla o la bufanda para descubrir unos labios cortados hasta las orejas. entonces preguntará “¿Y así soy guapa?” aquí ya hay varias versiones. Si se contesta que no,intenta cortarle los labios a su víctima. Si se responde que sí, puede que haga lo mismo, o acompañe hasta su casa a la persona y después la mate.
¿Qué hacer si se quiere evitar la muerte? Se dice que si se llevan dulces encima y se ofrecen a este fantasma, eso le alegra y te deja en paz. También se dice que si a la primera pregunta uno se excusa diciendo que se tiene prisa, le dejará ir porque es educada. En cualquier caso debe evitarse el encontronazo.
Otra peligrosa fantasma es Yuki Onna (mujer de nieve). Es una mujer tremendamente bella, pero con una mirada aterradora. Se encuentra entre la nieve, desnuda o con un kimono blanco, y disfruta viendo morir a sus víctimas. A algunos los pierde por un camino nevado hasta que mueren de frío, a otros los congela después de mantener sexo con ellos. Intenta atraer a los padres que buscan a sus hijos perdidos en la nieve con un niño de la misma naturaleza que ella, para congelarlos al momento. A otros los duerme en las ventiscas o les absorbe su fuerza vital, provocando su posterior muerte. Puede que tenga misericordia y te deje escapar si se es un hombre joven y atractivo, como ocurre en una de las leyendas, siempre y cuando se prometa no decir nada.
No todos los espíritus tienen forma humana. Algunos parecen objetos inanimados como ocurre con el Kasa-obake. Este fantasma es uno de los más conocidos y representados de la cultura japonesa, aunque es de los que menos en serio se toman en Japón. Tiene forma de paraguas, con un solo ojo y un solo pie, calzado con una sandalia.
Para cazar a sus víctimas, estos espíritus esperan que sea un día especialmente lluvioso y se colocan en mitad de algún camino. Cuando alguna persona pasa por allí sin paraguas y lo abre para resguardarse de la lluvia, se encuentra en la boca de este monstruo, que lo devora al instante. Por eso se dice que se evite recoger un paraguas que se encuentren sospechosamente en mitad del camino.
Sigue habiendo otros tipos de fantasmas que perturban la tranquilidad de los mortales o les ayudan entre las calles de Japón, incluso se dice que su forma de ser varía según la zona (quizás según los habitantes de cada lugar). Así que los espíritus conforman una parte importante de la cultura japonesa y se crea o no en estas leyendas (que aún continúan presentes entre los japoneses), nunca está de más tener conocimientos sobre estos seres. De cualquier forma, quizás alguno de los lectores sí que ha presenciado a alguno de estos seres, tanto fuera como dentro de Japón. ¡Si es así le invito a que comparta su experiencia con nosotros!
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