Tras el manga, el anime y las películas, llegaron los videojuegos. Hasta 10, para ser exactos, todos ellos repartidos entre consolas de mesa, portátiles e incluso móviles. Sorprende, sobre todo, el corto espacio de tiempo en el que han ido apareciendo: el primero Inuyasha, el primero lo hacía en el año 2001 para la plataforma PlayStation, mientras que el último sería el videojuego para móvil, el pasado agosto de este mismo año 2009
A InuYasha le seguirían ocho títulos más: Inuyasha: a feudal fairy tale (PlayStation), InuYasha: The secret of the cursed mask (PlayStation 2), InuYasha: feudal combat (PlayStation 2), InuYasha: the secret of the divine Jewel (Nintendo DS), InuYasha: Kagome no Sengoku Nikki (WonderSwan), InuYasha: Fuun Emak (WonderSwan), InuYasha: Kagome no Yume Nikki (WonderSwan) y InuYasha: Naraku no Wana! Mayoi no Mori no Shôtaijo (GameBoy Advance).
El personaje de InuYasha también apareció en el videojuego conmemorativo de los 60 años de su publicación de las revistas Shônen Sunday y Shônen Magazine, el 26 de marzo de 2009, Sunday vs. Magazine: Shuuketsu!! Choujou Dai Kessen, para PSP.
En cuanto a los juegos, no se pueden dejar de lado los juegos de cartas basados en el manga, todos ellos producidos por Score Entertainment.
Ahora bien, donde Inuyasha arrasa como producto de consumo, es, sin duda en todo el despliegue de merchandising que podemos encontrar. Se trata de objetos dirigidos, principalmente, hacia un comprador joven y femenino, pero que no deja de dejarnos ejemplos divertidos y sorprendentes, como una caja especial para fin de año, es decir, nuestro cotillón de toda la vida, o abanicos y monedas exclusivas.
Por lo demás, el producto de presenta en forma de agendas, Art Books, postales, papel de cartas, colgantes y accesorios para móvil y ordenador, pins, blocs de notas, estuches, lápices, bolígrafos, espejitos, peluches, pizarras, marcalibros o muñequeras y otros accesorios de bisutería, sin olvidarnos de las llamativas figuras, en PVC sobre todo.
Si hablamos de cifras, hay que destacar que en el año 2002, el manga de Inuyasha recibió el premio de la revista Shogakukan al mejor manga shonen; mientras que el tomo 19 de la colección estuvo durante nada menos que 77 semanas en el Top Ten de Nielsen Bookscan´s Graphic Novel Top Fifty List.
Sin duda, otro de los aspectos donde Inuyasha ha dejado huella es en el cosplay. En esto, Inuyasha es un personaje veterano de cualquier evento, pero que triunfa y se gana las miradas y fotografías, ya sea por la espectacularidad, o simplemente por el cariño que despierta en sus seguidores, ávidos constantemente de novedades e imágenes.
Como curiosidades, hay que decir que en el año 2002, llegó a rumorearse que Inuyasha tendría una adaptación a live-action, pero nunca se llevó a cabo. Hoy día, los principales rumores de la web, para temor de sus incondicionales, es el interés de Hollywood por la obra de Rumiko.
Sin abandonar las curiosidades que tanto nos gustan, hay que destacar a la propia autora del manga. Y es que Rumiko es una fuente de anécdotas: está tan implicada en su trabajo, que cuando se hizo el casting para el anime, Rumiko fue decisiva a la hora de escogerlos y no se pudo despegar de la supervisión de la grabación en todo el tiempo. Siguiendo con ella, confesó dos cambios importantes en la obra: al principio, Kagome iba a tener el pelo brillante y azul, y el manga iba a titularse “La Perla de Shikon: Una leyenda en tiempos feudales”, y también que el personaje de Inuyasha está basado en un chico que conoció en su juventud. Aunque puede que lo más llamativo al final resulte que, tal ha sido su éxito, que se calcula que Rumiko tiene una fortuna que podría superar a la de la mismísima Madonna.
También cabe apuntar, como ha dicho muchas veces la propia Rumiko, que su obra se nutre del rico repertorio de la cultura y mitología japonesa, como los propios demonios, medio humanos, medio animales, o los Yokai. Estos últimos se tratan de unos demonios o espíritus, encarnados a veces en inquietos kitsune, otras en malvados oni, o en mujeres pálidas Yuki-onna, y que representan a los seres que se encargan de deambular por las noches, consumidos por el miedo, los celos o la envidia, a menudo como seres grotescos y demoníacos, casi siempre en formas humanas femeninas, con bocas ennegrecidas, o cuellos muy largos. Son sin duda, uno de los elementos más oscuros del folklore japonés.
Y es que actualmente los seguidores se atreven a dejar salir toda su creatividad y mostrar su más ferviente admiración, y dedicación, de cualquier manera. Tanto es así, que en el concierto de año nuevo, en Japón, la orquesta nacional tocó uno de los temas del anime de Inuyasha. Y es que desde fanzines o fanarts, hasta montajes musicales… o ¡vídeos realizados con el popular videojuego Los Sims!, todo es poco para Inuyasha.
Enlaces:
Especial Final de InuYasha
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