Robico fue la invitada de honor al XXIII Salón del Manga de Barcelona por parte de Norma Editorial. En Ramen Para Dos pudimos disfrutar unos minutos hablando con la autora de El monstruo de al lado, conversando sobre sus inicios y las peculiaridades de un personaje como Shizuku.
La autora siempre ha sido fan del manga, de hecho, creció leyendo manga shonen “mi hermano mayor siempre ha leído shonen, por lo que he crecido leyendo mangas de aventuras. Cuando quise dedicarme al mundo del manga me planteé dedicarme a este género, pero siendo mujer y por mi edad, era más sencillo dedicarme al shojo”. Y así fue como entró en el mundo profesional, nos cuenta Robico.
“Cuando estuve trabajando con [Ohba] me sorprendió cómo se puede pasar de un storyboard, […] a poder utilizar las plumillas.»
Continuando con sus inicios le preguntamos por las colaboraciones con otros mangakas, ella misma destaca a Ohba Tsugumi, autor de Death Note, a quien respeta muchísimo y sintió que fue un honor poder ser su ayudante. De su experiencia destaca el propio proceso de creación de un manga: “Cuando estuve trabajando con él me sorprendió sobre todo cómo se puede pasar de un storyboard, que debe ser aprobado parte por parte antes de dar el visto bueno, a poder utilizar las plumillas. Todo ese proceso es muy personal de cada mangaka con su idiosincrasia, pero me sorprendió que en el primer paso del storyboard [Oba] hacía unos textos muy largos, me sorprendía cómo era capaz introducir ese texto en la historia, manteniendo enganchado a cualquiera entre tanta palabra y conseguir ese mismo efecto después cuando ya había viñetas”. Robico rememora una de sus experiencias más interesantes que le llevaron durante un tiempo “a escribir textos más largos y que me dieron algunos quebraderos de cabeza para introducirlos en la historia”, se ríe la autora recordándolo.
Por otro lado, hablando de su primera historia publicada en España, El monstruo de al lado, le preguntamos si tenía la intención de cerrarla con 13 tomos y nos explica un poco más sobre cómo funcionan las publicaciones en Japón: “La realidad de muchos mangakas es que el primer tomo suele ser un poco de prueba. En mi caso, trabajo para la revista The Dessert y allí tanteamos con un primer tomo que no sabíamos cómo iba a funcionar. Por eso, intentas pensar una historia que no dure más de dos o tres tomos.”, reflexiona Robico. Y añade: “Al recibir el beneplácito del público la revista me dió vía libre para continuar con una obra más larga. Por eso a mitad de la historia pensé en cómo podría alargar ciertas situaciones, algo muy divertido de dibujar. Pero siempre estás un poco entre ambos escenarios: poder acotar o ampliar la información cuando creas una historia, dependiendo la situación en la que te encuentras.”
Continuamos hablando un poco más de El monstruo de al lado , de sus personajes y en concreto de lo particular que es Shizuku. A la autora le parece muy divertido que nos parezca tan “diferente” este personaje: “Me parece muy interesante que la veáis diferente dentro del propio género, ya que dentro de la cultura manga shojo existen ya unos arquetipos fijos. Me sorprende que más allá de los lectores japoneses, también lo notéis”, comenta la autora sorprendida. “Al crecer leyendo shonen, me gustaba ese tipo de personajes femeninos fuertes y decididos. Es mi idea de cómo deberían ser las chicas. Por eso no quería poner cualquier personaje”.
Como punto de inflexión comentamos que a nosotros nos sorprende un personaje como Nagoya en una obra tan coral y equilibrada como es El monstruo de al lado y la autora se ríe: “Hay como una especie de arquetipo en el manga en que se dice que el chico recoge un gato debajo de la lluvia. Pensé que Haru debía recoger algo, pero quería buscar ese efecto sorpresa. De ahí que Haru recoja una gallina”. Entre risas nos cuenta que en las sesiones de firmas le piden mucho este personaje.
«En este proceso de construcción de personajes […] Es muy importante que estén equilibrados.”
En la entrevista también nos dió tiempo para comentar su nueva obra, Nuestras conversaciones, publicada también por Norma Editorial en España. Una obra intimista y personal que parece tener cierto paralelismo con El monstruo de al lado, pero con un intercambio de género en los personajes principales. Robico nos comenta que realmente no es que exista un paralelismo entre las obras, sino que cuando diseña un grupo de personajes piensa un poco como si se tratase un juego de rol: “Cada uno tiene ciertas habilidades, un guerrero será más valiente y otro más astuto, pero todo tiene que estar equilibrado. En El monstruo de al lado tenemos una chica protagonista fría y estudiosa, y un chico protagonista un poco gamberro, siendo dos personajes un poco raros, necesitamos alguien que los complemente, así tenemos una chica más buenaza, que dice cosas inapropiadas y no sabe leer muy bien las situaciones. A esto qué faltaría, pues alguien quizás un poco más serio como Sasayan. En este proceso de construcción de personajes siempre tengo en cuenta este tipo de detalles. Es muy importante que estén equilibrados.”
Con esta idea consolidada terminamos por preguntarle en Nuestras conversaciones qué tiene de ella a nivel personal: “En el proceso de la idea me comentaron que las conversaciones que mantenían los personajes eran muy divertidas y debían destacar. Simplemente con el objetivo de experimentar con nuevas maneras de transmitir la información, he ido creando situaciones diversas, pero no es que me vea reflejada en ellas, sino que quiero experimentar qué puedo hacer con los distintos escenarios.
Con esta última respuesta le damos las gracias por su tiempo.
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