Y es que el proyecto de ley que presentó el Gobierno Metropolitano de Tokio presentó a finales del mes pasado con el fin modificar la Ordenanza para el desarrollo de una Juventud Saludable (más información) no ha sentado demasiado bien a las editoriales, que se han sumado al boicot de Kadokawa Shoten.
Así, un total de 10 editoras han mostrado su rechazo hacia el Tokyo Anime Fair, alegando que la censura que defiende el Gobierno de Tokio es “imprecisa” y “pisotea los acuerdos anteriores entre los editores y el gobierno de Tokio”.
Mientras, el conocido gobernador de Tokio por su , Shintaro Ishihara, sigue en sus trece y parece no importarle el daño que esto pueda ocasionar a la industria del anime. En declaraciones recientes:
“Es decisión propia. Quizás tiene algo que ver con la prohibición, no lo sé, tienen su propia interpretación de todo esto.
¡No me molesta, en absoluto! ¡Son libres de hacer lo que quieran!”
La aprobación de la ley requeriría la autoregulación de la venta y alquiler de manga, anime y otras imágenes (excepto fotografía real), que injustificadamente glorifique o exagere imágenes o posturas con actos sexuales.
En diciembre sabremos en que acaba el asunto. Mientras, la reputación de Ishihara y el gobierno de Tokio cae por los suelos, a la par que la edición del TAF 2011 corre peligro de no celebrarse, con grandes como Kodansha, Shogakukan o Kadokawa fuera de las listas.
Fuente: Sankaku Complex
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