Tras la pérdida de derechos de las series de Shueisha por parte de EDT corre una sensación generalizada de que todas las series de la editorial catalana dejarán de publicarse. Sin embargo, no es para nada así y el catálogo de la EDT post Shueisha sigue teniendo títulos muy potentes y auténticos superventas. En este artículo intentaremos poner un poco de cordura y ver cómo será EDT después de lo ocurrido.
El varapalo es mayúsculo, algunas de las series de Shueisha eran para EDT uno de sus motores de venta pero no todas eran tan beneficiosas pese a que los 5 primeros títulos más vendidos para EDT eran de Shueisha. Probablemente el rol que tendrá ahora la editorial será distinto al que poseía, pero aún así seguirá siendo uno de los referentes del mercado español, contando con auténticos pesos pesados en su catálogo.
Los pilares de la nueva EDT
La editorial de Joan Navarro y Felix Sabaté tiene un nuevo pilar de ventas: Berserk. La obra de Kentaro Miura fue la sexta serie más vendida de la editorial en 2011 y pertenece a Hakusensha, publicándose en Japón en la revista Young Animal aunque su principal handicap es la escasa cantidad de tomos que salen en Japón. Aún así todavía quedan bastantes tomos para cubrir todo el espacio sin publicar por la editorial, aunque a ritmo quincenal apenas quedan seis meses para ello.
Algo parecido sucede con La Espada del Inmortal. La serie pertenece a Kodansha, al publicarse en la revista Afternoon. El problema es el amplio lapso de tiempo entre tomos y eso siempre merma las ventas de uno a otro. A la editorial le falta por publicar el tomo 29.
Las ediciones integrales son otro de los motores de la editorial. Lo venimos viendo de un tiempo a esta parte. Ranma funciona bien y es de Shogakukan por lo que sigue en el catálogo. Lo mismo sucede con Fushigi Yugi, también de Shogakukan, y que consigue ventas en su nueva edición y que además, aún tiene por terminar en España su segunda parte, Fushigi Yûgi: Genbu, El Origen de la Leyenda, cuyo último tomo aún está inédito y que seguramente no tarde en llegar.
Aunque la serie «madre» Saint Seiya sí era de Shueisha, no lo son ni Saint Seiya: Lost Canvas, ni Saint Seiya: Episodio G. Ambas series pertenecen a Akita Shoten. En España EDT lleva publicados 19 de los 20 tomos del Episodio G y aún tiene 5 volúmenes por sacar de Lost Canvas. ¿Veremos alguna integral dentro de un tiempo? Quién sabe.
Hay una de esas series que resultan vender de forma inesperada como resultó Apocalipsis en el Instituto. La serie pertenece a Fujimi Shobo, publicándose en la revista Dragon Age, y en España tanto anime como el manga han funcionado muy bien. Su problema es el mismo que con La Espada del Inmortal y con Berserk: se ha alcanzado a la edición japonesa y la periodicidad es baja.
Probablemente la editorial tendrá que encontrar algún título con fuerza que les dé ventas pero también es cierto que, tras la separación de Glénat Francia y el varapalo de Shueisha, el colchón ya no está y no pueden ocurrir casos como los de Gintama o Prince of Tennis. Resident Evil: BioHazard Marhawa Desire parece haber funcionado y tal vez el secreto de la editorial es hacer que «tapados» que no lleven consigo unas cargas de gasto enormes con las editoriales japonesas pero que consigan ventas: un malabarismo con cosas menos conocidas pero afinando mucho el tiro.
Apuesta por el material menos comercial
Si algo ha demostrado EDT a lo largo de su existencia es que apuesta por obras poco comerciales y que, además, sabe dar con la tecla con las obras que escoge en este campo, al contrario de lo que sucede con otras editoriales. Ha sido una apuesta constante y que se ha reforzado tras su separación de Glenat por lo que, sin lugar a dudas, seguirá siendo algo que continuará en la época después de Shueisha aunque tienen menos espacio para cometer menos errores.
Son además series cortas o tomos unitarios que, probablemente, cuesten poco a la propia editorial. Autores como Suehiro Maruo, en Japón publicado por Akita Shoten, Enterbrain o Seirindo, o Hiroshi Hirata, cuyos derechos están repartidos en editoriales como Seirinkogeisha, Houbunsha o Asahi Sonorama, son un claro ejemplo. Son obras que trascienden del mercado otaku y llegan sobre todo a la escena más seguidora del cómic underground, en un mercado difícil pero no demasiado explotado y que Navarro y Sabaté parecen conocer más que bien.
Su última apuesta, Shintaro Kago, ha obtenido muy buenos resultados y la editorial repetirá con La novia frente a la estación, mientras Litchi Hikari Club de Usamaru Furuya, Hokusai de Shotaro Ishinomori, un nuevo tomo de Maruo, El Infierno Embotellado, y otro de Hirata, Zatoichi, están aún por salir o acaban de hacerlo.
También están las obras de Matsumoto, pertenecientes a Shogakukan, como Tekkon Kinkreet, que ya ha sido reimprimido con el logo de EDT, y Takemitsu Zamurai, que incluso estrena tomo en el salón y que continuará hasta el final pese a que las ventas son bajas.
Sin olvidarse de Motofumi Kobayashi (Cat Shit One), cuyos derechos pertenecen a Softbank aunque que sus obras hayan tenido relanzamientos a bajo precio puede que indique que, cuando dejen de usar el logo de Glenat, no las volvamos a ver.
Títulos potentes en catálogo con posibilidad de nuevas ediciones
No todas las series con buenas ventas del catálogo de EDT eran de Shueisha. Dentro de las series que funcionaron muy bien y que pueden seguir haciéndolo en catálogo, provocando reimpresiones se encuentran títulos como Negima, Clover o El Dulce Hogar de Chi que pertenecen a Kodansha y que ya cuentan con logos de EDT en sus lomos, por lo que estarán dentro del catálogo de la editorial en el futuro.
También lo están Trigun, de Shonen Gahosha, Blame y Card Captor Sakura, de Kodansha, que recibirán ediciones integrales antes o después como ya han declarado en varias ocasiones.
Y hay otras series en el catálogo que podrían funcionar también en esas ediciones como Karekano, de Hakusensha, Love Hina y Dragon Head, de Kodansha, o Saikano el Arma Definitiva, de Shogakugan. Son series cuyos tomos ya son complicados de conseguir en algunos casos y que además tuvieron muy buenos resultados de venta en su momento. Incluso podríamos ver alguna edición integral más de algunas de las obras de Yuu Watase como Ayashi no Ceres o Alice 19th.
Menos posibilidades probablemente tengan Satan 666, perteneciente a Square Enix, Inu-Yasha, de Shogakugan, o Samurai Deeper Kyo, de Kodansha, aunque seguramente sigan una vida de reimpresiones más o menos normal y seguirán en el fondo editorial.
Un catálogo con clásicos con futuro incierto
El catálogo de EDT es también un catálogo con muchas obras clásicas. Las apuestas con Rumiko Takahashi están ahí, con Lamu, Maison Ikkoku, 1 or W, La Tragedia de P, The One Pound Gospel… pero Inuyasha ha sido un problema que se ha arrastrado con una caída de ventas espectacular y la fe en Rumiko ha bajado bastante en los últimos tiempos pese a que todo es de Shogakukan.
Osamu Tezuka ha sido otro autor recurrente pese a que nunca ha conseguido unas ventas sobresalientes, ya que han solido apostar por el Tezuka más blanco, más infantil y más clásico en aras también de que el catálogo tuviera alguna de las obras más importantes en Japón del Dios del Manga como Astroboy, Black Jack o La Princesa Caballero.
¿Seguiremos viéndolas en el catálogo? Es una incógnita pero no por la cuestión de Shueisha, ya que las obras se distribuyen en Shogakukan, Kodansha, Akita Shoten… pero el problema está en volver a imprimir como EDT tomos que no han vendido como Glenat… tal vez en el futuro se animen con alguna integral si las cosas marchan pero por ahora es poco probable.
Algo parecido pasa con otras obras clásicas como El Capitán Harlock, de Akita Shoten, y Golgo 13, de Leed Publishing. Son apuestas con bajas ventas de obras muy clásicas en Japón y que han acabado relanzadas por un stock sobrante considerable por lo que es muy poco probable que sigamos viéndolas en EDT.
Producción propia y lo que no es manga
Muchas veces, el público otaku se olvida que EDT publica más cosas además de manga. Y algunos de esos títulos son superventas de la editorial. El claro ejemplo es Esther de Purita Campos, que era de los pocos títulos que podía rivalizar con Naruto para la editorial y que, probablemente, se convierta ahora en lo que más vende de EDT. Españistán de Alex Saixó fue uno de los grandes éxitos editoriales de 2011 con 12.000 ejemplares vendidos mientras que Gintama apenas llegaba a 300-400 ejemplares.
Y está Gaijin, que sigue adelante. Pese a que los críticos se excitan con facilidad al mentarlo, las ventas son positivas y acompañan de forma pareja a casi todos los títulos por lo que seguiremos viendo obras de manga español en el corto, medio y largo plazo: con Good.Night.Mare, Gears, Bakemono: Luna Roja – Sacrificio y Lettera para el Salón del Manga, mientras que Herem y Stellar Demon Guitar finalmente se retrasan para 2013.
Series con problemas
Hay muchas series que, cuando finalice el período en el que EDT puede seguir utilizando el logo de Glenat, seguramente desaparecerán del mercado. No por culpa de Shueisha sino simplemente porque no han vendido. Entre ellas están varios shojos de Hakusensha, como La Saga de Caín, Bloody Kiss o Alice Escuela de Magia, aunque esta última está por ver qué hará finalmente la editorial.
En el aire queda Hayate Mayordomo de Combate, de Shogakukan y paralizadísima por sus bajas ventas, así como MPD Psycho y Kurosagi, ambas de Kadokawa, relanzadas y que hasta hace poco intentaban buscar una forma para continuar su publicación. De Peach, que pertenece a Ohzora Shuppan, tampoco se sabe nada desde que en marzo de este año se publicara el tomo 4 de 6.
Puede que no sea así pero otros títulos que probablemente tampoco volveremos a ver tras que la transición a EDT sea completa serán la mayoría de series relanzadas terminadas: Sex, Say Hello to Blackjack, Ray, Sakura Wars, Otaku in Love, Tokyo Style, La Ventana de Orfeo, Detective Ritual, Eureka Seven, Ikkyu, Maiwai, Ryûgetsushô, Spirit of Wonder… Tal vez en un futuro reimpriman o hagan una nueva edición de alguno de estos títulos pero resultaría difícil imaginar que vuelvan a lanzar series que no funcionaron y que necesitaron un saldo para vender la tirada.
Conclusión
Glénat fue una de las editoriales más importantes hasta el día de hoy en el mercado del manga y el anime. EDT probablemente lo siga siendo aunque no de la misma manera. Han demostrado ser pioneros en muchas cosas y han sabido reaccionar a momentos incluso más críticos que los actuales.
Es obvio que cederá el testigo como la editorial más importante del mercado nacional pero sin lugar a dudas seguirá siendo un actor muy relevante del mismo, con un catálogo que, aunque ya no es el más potente, es superior al de editoriales como Panini aunque ahora mismo Ivrea y, sobre todo, Norma estén llevando la voz cantante y en el que Planeta DeAgostini parece haber sabido aglutinar todos los títulos que van más allá del propio mercado otaku: Naruto, Saint Seiya, Dragon Ball, Inazuma Eleven y One Piece.
El catálogo de series comerciales que les ha quedado es mucho más adulto, más sangriento, basado en obras menos adolescentes aunque también poseen obras adolescentes con un componente nostálgico a sus espaldas. A eso se le suma la apuesta perpetua por series más underground lo que les da un perfil tal vez algo menos comercial pero sí bastante único en el sector ahora mismo.
Puede que el temporal arrecie en EDT pero tiene nave como para capear con el temporal. Y es que es difícil pensar que el futuro es hundirse para una editorial con series como Berserk, La Espada del Inmortal, Card Captor Sakura, Love Hina, Negima, Ranma, Trigun, Karekano o Fushigi Yugi. Puede que ahora mismo le falte algo de presencia continua en las librerías como tenía con los shonen de Shueisha pero eso es algo que probablemente harán cuando consigan volver a enderezar el timón.
Y eso es algo que, al menos yo, no tengo duda que lograrán.
Enlaces:
Cambio de ciclo: Cronología del terremoto de Shueisha
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