Elfen Lied nos cuenta la historia de una nueva raza, el nacimiento de unos extraños mutantes, tal vez la evolución humana. Esta nueva raza posee la peculiaridad de tener una especie de cuernos en la cabeza y gigantescos poderes mentales en forma de larguísimas manos que les llevan invariablemente a descuartizar gente (?). En el vértice de esta vorágine se encuentra uno de estos seres, Lucy, una chica que es sometida de forma diaria a terribles experimentos y que tras una verdadera carnicería consigue escapar de sus captores. Huye despavorida sin tener un lugar al que ir hasta que se encuentra con Kouta y su prima Yuka, quienes al verla indefensa, desorientada y al parecer sin recuerdo alguno deciden llevársela a casa. La llaman Nyu ya que es el único sonido que emite y le dan refugio a la espera de encontrar a su familia, hasta que Kouta se da cuenta de que varias personas del gobierno están tras sus pasos.
Así es como comienzan las aventuras del tímido de Kouta que no se ha visto en una mejor en su vida y Nyu, la adorable mutante amnésica con trastorno de personalidad.
Obvia decir que en este manga la profundidad argumental brilla por su ausencia y que todos aquellos que se esperasen una buena historia de ciencia ficción ya pueden darse la vuelta. Esto es lo que hay, con el primer tomo Elfen Lied ya tiene todo el pescado vendido, el resto del manga es una continua exhibición de chicas desnudas y miembros cercenados con grandes baños de sangre.
Pero algo bueno debe de tener el manga de Lynn Okamoto si alguien tuvo a bien darle una serie de anime, ¿no?. Elfen Lied se deja leer, es claro y conciso, la acción está bien narrada y estructurada, no da vueltas. Es lo que es, un argumento sencillo acompañado de un dibujo espantoso y que se vende como churros. Ahí es nada.
El paso al anime
Elfen Lied se publicó entre los años 2002 y 2005 en la revista Weekly Young Jump de la editorial Shueisha. A mediados del año 2004 llegó el día en el que a alguien se le ocurrió la idea de llevar al anime este manga y al señor Lynn Okamoto, que el pobre hacía lo que podía por sacar su obra adelante, se le abrió el cielo.
¿De verdad? Pues sí, Elfen Lied fue llevado y con bastante éxito al anime en el año 2004 en forma de 13 episodios llenitos de sangre y pechos al aire con trasfondo que intenta ser trágico pero que se queda a medio camino.
Aún así encantó a toda una generación y muchos de ellos se terminaron aficionando al manga gracias al éxito de esta serie. Uno de los puntos fuertes del anime es sin duda su tema principal “Lilium” y su precioso opening creado a partir de la imitación de varios cuadros del simbolista austriaco Gustav Klimt (El beso, La satisfacción, Las tres edades de la mujer, Danae, etc…). Todo un acierto en el que estarán de acuerdo tanto los defensores como los detractores de la serie.
El opening es una canción con cierto aire de canto gregoriano y en el cual se encuentran varios versículos de la biblia recitados en latín, por lo menos digno de ser oído.
Por supuesto, el paso al anime les sentó genial a los planos personajes creados por Lynn Okamoto una gran mejora. No solo en su faceta artística, sino también con sus grandes taras psicológicas y ese hambre descomunal por matar personajes random. En pocos animes se ha podido ver tanto uso del color rojo. (¿Quizás en Deadman wonderland?)
Y de repente, Elfen Lied apareció en la televisión española. Era el momento dorado de las televisiones privadas y Gonzo vendió los derechos para televisión de esta serie que se dobló íntegramente al castellano y se emitió a través del extinto canal Buzz, uno de los motivos de éxito en nuestro país.
El autor Lynn Okamoto
De este mangaka poco se sabe más que Elfen Lied fue su primer trabajo y que actualmente reside en Tokio.
Pero centrándonos en la obra que nos concierne vamos a ser sinceros, Lynn Okamoto no sabía dibujar. En Elfen Lied sus personajes no tienen tridimensionalidad alguna, el 90% de las caras las dibuja mirando hacia la izquierda y sólo conoce tres expresiones faciales: sonrisa, miedo y penita.
No sabe lo que es la perspectiva, es más, pasa de ella, bien pareciera que se pone a dibujar a mano alzada sin tener en cuenta ninguna de las reglas básicas de la profesión.
Los personajes en algunos casos son deformes, no respeta las proporciones y su conocimiento sobre la anatomía humana es desastroso. Las escenas de decapitaciones y amputaciones más que miedo dan risa de lo mal hechas que están….Eso por no ponernos a analizar a los personajes, a los cuales parece haber asignado problemas mentales varios en lugar de personalidad.
El manga de Elfen Lied es de una calidad baja. De hecho, en España tenemos decenas de fanzineros que sin ser profesionales le dan mil vueltas a este producto.
Por supuesto, estamos hablando del año 2004 y desde entonces el autor ha continuado con su carrera y ha mejorado mucho. A Elfen Lied le siguieron otros muchos mangas como Digitopolis, Memoria, Mol o la actual Gokukoku no Brynhildr que se publica en la Weekly Young Jump y tiene un tomo recopilatorio en el mercado.
La edición
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Ivrea ha apostado fuerte por Elfen Lied y todo apunta a que se convertirá en uno de sus títulos más vendidos. Las primeras páginas están a color y la impresión es correctísima, ni un solo fallo, al igual que la traducción y la maquetación.
El papel es de alta calidad y el tomo es flexible y cómodo de leer. Una buenísima edición como a las que nos tienen acostumbrados la editorial Ivrea.
Lo peor: El dibujo es horrendo y el guión espantoso (estos adjetivos pueden cambiarse de lugar invariablemente).
Lo mejor: El opening del anime, uno de los más bonitos que se han hecho.
Ficha técnica:
Título: Elfen Lied
Título original: Elfen Lied
Guión: Lynn Okamoto
Dibujo: Lynn Okamoto
Editorial japonesa: Shueisha
Editorial española: Ivrea Editorial
Formato: B6 (130×180), rústica (tapa blanda) con sobrecubiertas
Precio: 8€
Nº de tomos en japonés: 12
Nº de tomos en castellano: 2 de momento
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