Más allá de EDT hay futuro y en realidad es la continuación de Glénat España. Hace dos años se compró cuando Glénat Francia se estaba deshaciendo de todas sus filiales. En concreto, Joan Navarro ha comentado que la crisis a ellos les ha rematado con la pérdida de derechos, representó el 50% de los títulos. Si bien las obras iban a la baja, porque su máxima explotación fue hace 5 años y e lresto del catálogo de Shueisha se vendía muy mal. El podcast completo se encuentra a continuación insertado.
La condición del traspaso, a ver que no tenían Glénat Francia detrás, vender todo como si fuera un equipo de fútbol. Entre una cosas y otras, Shueisha ha ganado aproximadamente un millón de euros con este traspaso. Además, había un problema de estructura editorial con nóminas y Seguridad Social a pagar. Se planteó uan política de reducción de empleo, pero no han podido con todo.
En estos momentos la editorial ha renegociado una restructuración mínima, para reducir gastos en todo. Pagábamos 12.000 euros al mes por tener solo el catálogo en el almacen. Algo completamente inviable a día de hoy cuando aún tenemos 170.000 ejemplares. Fue ese momento cuando Joan Navarro decidió replantearse lo que quería hacer y en cierto modo la misión de su vida: el tebeo español y recuperar lo que nadie está haciendo.
El director ha decidido dejar de editar manga porque no quiere 56 Inuyasha en catalán y otros 56 en castellano en su almacén y así gran parte de lo que le queda de catálogo. Para ello han negociado con otras editoriales para que las continúen y al mismo tiempo les compren, si puede ser, las rotulaciones y traducciones. Solo se quedarán con el manga más alternativo, diferentes: Osamu Tezuka, (que por algo es el dios del manga), Hiroshi Hirata, Suehiro Maruo, Kobayashi…La biblia del seinen de los que hay mucho por dscubrir y me ratifica el trabajo como editor.
Dentro de este plan desveló que en estos momentos se encuentra negociando con Norma Editorial el traspaso de una importante cantidad de licencias manga y fondo editorial. Ha comentado títulos como La Espada del Inmortal o El dulce hogar de Chi de los que solo queda un tomo por publicar y sería una pena dejarlas colgadas sin terminar.
Lo que pretenden así es adelgazar y pasar de una estructura de 1.500 títulos a 500 títulos para trabajar y ver si es viable la empresa, trabajando cada uno desde casa como hacen otras editoriales. De hecho, se da la paradoja de que cuando la acción ha sido más patética, han agotado todas las novedades.
De entre los numerosos títulos manga de la editorial, Berserk o Apocalipsis en el Instituto, forma parte de ese fondo editorial que sí funciona. En el caso de la obra de Kentaro Miura, no cabe duda de que es una de las obras mangas que mejor salud tiene de su catálogo, aún sigue en publicación en Japón y la editorial hizo un importante esfuerzo al recuperarla y re-editarla entera, a pesar de existir ya una edición anterior de Mangaline Ediciones.
Dedicarse a recuperar cosas de la historieta española, con títulos que no se han publicado y es una aberración. Con el traspaso de series, espera que este nuevo rumbo sea viable, poque tienen muchas deudas a pagar. Además, todos los empleados están en suspensión de pagos durante 6 meses y si conseguimos pagar y sacar novedades. Seguiremos publicando con el sello EDT, sino nos veremos obligados a llevar la empresa a concurso de acreedores y comenzar de nuevo porque a mí no me quita nadie el tebeo.
Incluso con otros editores están trabajando para Panini Cómics como packagers, esto supone una fuente fija para la editorial. Eso mismo están negociando con Norma Editorial, para garantizar dos puestos de trabajo. Es jodido abandonar la marca EDT, pero si no podemos no podemos. No puedo saber lo que ocurrirá los próximos meses. Estamos en un momento de muchos cambios, así como los eventos. Con unas ventas medias de menos de mil ejemplares, no se puede plantear la figura del editor como tal. Quizás deba ser más una figura como un manager, en los últimos salones se ha demostrado con las sesiones de firmas.
Esto se ha aprendido mucho de los japoneses que vienen con su carpeta de dibujos y los venden ellos mismos, es un dinero que ellos se llevan. Hay que crear una adicción de cara a los clientes, así como derechos de autor, la suma total puede hacer que viva de su trabajo, porque sino es acercarse al mundo del disco. Las bandas viven de los bolos, más que de los discos que venden. […] El mercado español es patético, no es una industria consolidada como la francesa.
No se sabe cómo incidirá la piratería, estamos en un 24%, frente al 47% de música. Se ha pasado en tres años de un 5% al 24%. Esto hay que asumirlo con el cambio de soporte y ahí a verdad es que quiere seguir con el papel. Pero habrá que inventarse algo, pero Joan Navarro se vuelve al olor del papel viejo. La charla completa se puede escuchar aquí.
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