El día 23 de mayo se celebra el Día del Beso en Japón (キスの日), aunque es bien sabido que, en el país del sol naciente que, los japoneses no son muy dados a dar este tipo de muestras de cariño en público. Sin embargo, esta es una tradición que surgió después de la Segunda Guerra Mundial, exactamente el 23 de mayo de 1946, mientras Japón estaba bajo el mandato de los estadounidenses. A continuación, os contamos un poquito más acerca de esta tradición.
Amor en tiempos de guerra
Tras la Segunda Guerra Mundial, Japón estaba bajo el mandato de la GHQ, el Cuartel supremo de las fuerzas aliadas, liderado por el estadounidense Douglas MacArthur. Este no solo controlaba la situación política y económica, sino que además también llevaban el control de la educación y los medios de comunicación del país.
En 1946, un director de cine quiso hacer una película romántica y presentó el guión al Departamento de educación del cuartel supremo. Estos vieron que la película tenía una escena con un abrazo, lo que consideraron insuficiente a la hora de transmitir amor y mandaron cambiarlo por un beso. Esta película fue Hatachi no Seishun (はたちの青春, «La juventud de los 20 años»), un filme dirigido por Yasushi Sasaki que vio la luz el 23 de mayo de 1946, iniciando el género seppun eiga (cine de besos) y convirtiendo, desde entonces, al 23 de mayo como uno de los días más románticos del país nipón.
Hatachi no Seishun
La película, dirigida por Yasushi Sasaki, fue protagonizada por Kaoru Aikawa, Michiko Ikuno y Chuichi Inagawa. En el momento de su estreno, el filme fue un gran éxito de taquilla tras saberse que había sido aprobado por la censura y que en ella habría una escena de un beso. Si esta escena fue permitida fue porque la consideraron «antifeudal», ya que trataba la historia de dos jóvenes que luchaban por estar juntos en contra del deseo de sus padres.
Desde este momento, comenzó un debate sobre si el hecho de que salieran besos en pantalla era realmente lícito, higiénico y/o poco relacionado con la costumbre japonesa. De hecho, es posible que los actores cubrieran sus labios de alguna manera para rodar la escena y no tener que tocarse. En la escena, el novio le recuerda a la novia los problemas que tendrían si se casan sin el consentimiento de sus padres, recuesta a la mujer en el diván y la besa. Desde entonces, esta escena fue homenajeada en otras películas como, por ejemplo, en Setouchi Shonen Yakyu-dan (Los Hijos de MacArthur, 1984) de Shinoda Masahiro.
El boom tras «el primer beso»
Cuando se estrenó Hatachi no Seishun también se proyectó el mismo día otra película romántica, Aru Yo no Seppun (El Beso de una Cierta Noche), de Chiba Yasuki y que podría haberse convertido en la película que realmente tendría el primer beso de la gran pantalla japonesa. En esta película, una pareja se refugia bajo el mismo paraguas, se miran a la vez y se acercan para besarse, pero el beso no llega a consumarse.
A pesar de la discusión sobre el primer beso del cine japonés, el beso más famoso del cine nipón por antonomasia es el de Mata au hi made (また会う日まで, Hasta que nos encontremos de nuevo), dirigida por Tadashi Imai, donde los protagonistas se besan a través de un cristal.
Hoy día, historiadores y expertos siguen sosteniendo teorías sobre cuál fue realmente el primer beso del cine japonés. Según algunos expertos asignado a Hatachi no Seishun, según otros, asignado a Aru Yo no Seppun e incluso hay quienes sostienen que fue a principios de 1946 con la proyección de varios cortometrajes. Sin embargo, como ya dijimos, la primera de ellas fue la que dio lugar a este día con su estreno, recordando lo importante que es amar en tiempos de guerra.
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