Durante un inventario de bienes artísticos en una parroquia de Valle de Cerrato (Palencia), apareció un arca de origen japonés que supuestamente llego a la Parroquia de de la Ascensión de Valle de Cerrato en el siglo XVII. El arca se encontró en una habitación muy húmeda lo que explica el mal estado de la misma, actualmente se está recuperando en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, con sede en el municipio vallisoletano de Simancas.
El arca pudo ser usada como arca eucarística en el Jueves Santo, ya que en los documentos de esta parroquia se han encontrado referencias a esta arca.
“ […]una caja con incrustaciones de nácar para el tabernáculo del Monumento.[…]”
Entre mitad del siglo XIX y principios de XX el interior del arca fue modificada como se encuentra en la actualidad y finamente con motivo de los cambios introducidos en la liturgia tras el Concilio Vaticano II, el arca dejo de usarse.
Las primeras investigaciones no descartan que la persona que llevo este arca a la localidad fue Juan de Acuña (1543-1615) primer marques de Valle de Cerrato, en su haber se encontraron muchos objetos de este tipo según apunta el inventario estudiado María Paz Aguilo.
La tapa del arcón tiene forma de medio cañón, está recubierta de varias capas de laca “urushi” y decorada por motivos circulares de recuerdan blasones familiares japoneses llamados Kamon Chiraskie. Estos son muy escasos en las obras de estilo Namban. Tuvieron su haber hacia 1630 y se conocen muy pocos ejemplares en el mundo.
Fuente: El Norte de Castilla
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