Tras un año de larga espera por fin se ha celebrado otra edición de uno de los salones más populares de toda España: el XIII Salón del Manga de Jerez.
Este año, una de las cosas que más se ha criticado ha sido la repentina organización del salón. Este evento siempre suele realizarse en el mes de abril, y cuenta con una mayor promoción, pero este año ha sido bastante diferente, ya que la publicidad ha sido nula. Esto se ha notado bastante desde el primer momento, las colas en los primeros días siempre han sido bastante grandes, pero este año se podía adquirir la entrada nada más llegar.
La organización este año ha estado bastante bien, contando en todo momento con una buena atención por parte de los colaboradores. El salón, como otros años, es bastante grande, ya que IFECA, lugar donde se desarrolla, es muy amplio y bastante acondicionado.
Una vez dentro se percibe menor asistencia que otros años, pero los ánimos siguen muy arriba y se nota en el buen hacer de la asociación, que además este año se han encontrado con muchas trabas por parte de IFECA y del ayuntamiento de Jerez.
Las secciones del salón, como todos los años, son bastantes amplias y se suelen diferenciar gracias a los pequeños carteles que indican el nombre. A veces es difícil diferenciar un stand de otro, pero casi siempre hay algún voluntario que te indica e incluso te anima a participar en la actividad.
Los escenarios, bastante separados y divididos para las actividades de Para-Para y karaoke-cosplay, están mal situados, ya que están justo al lado de las actividades, haciendo imposible la escucha de las explicaciones de los voluntarios referentes a sus actividades.
El World Cosplay Summit, que se celebró el sábado y comenzó veinte minutos más tarde de la hora fijada, estuvo bastante pobre en participación, contando con solo 6 actuaciones sin mucha originalidad. Una anécdota que tuvo lugar fue que los asistentes abuchearon debido al corte de una actuación por un aviso de megafonía, que cortó el sonido de los participantes, teniendo que parar la actuación.
El salón, lleno de actividades diferentes y para todos los públicos, contaba con talleres para aprender a dibujar y escribir en japonés, iniciarte en el mundo del rol, historia sobre el manga, casino donde ganar premios, zonas donde jugar con cartas de rol, sorteos, concursos, y sobre todo un ambiente muy agradable.
En la zona de videojuegos, que ocupa un tercio del salón, se disputaron diferentes torneos con premios incluidos. A su vez, todo asistente podía probar el Kinect de Xbox360, ya que contaba con una zona dedicada para ello.
Pasando por las exposiciones, no ofrecían nada que no se hubiese visto anteriormente en otros salones, como una pequeña exposición de muñecas Dollfie y una de dibujos inspirados en fábulas asiáticas.
Las numerosas tiendas, siempre abarrotadas de personas, con precios poco asequibles, hacía difícil ver a la gente comprar, ya que la crisis se ha notado en cada esquina de este gran salón. A su vez el material del que disponían era de series muy conocidas como Naruto, Dragon Ball, Evangelion, Death Note, etc. El stand de Selecta Visión se llevó la palma en ofertas, pudiendo adquirir series completas por 10€.
Lo que sí ha abundado ha sido el interés del publico por el K-Pop. No faltaban canciones de este estilo sonando en la zona Para-Para, que siempre estaba abarrotada y la cual fue la mejor de todo el salón. Concursos de todos los estilos de baile, tanto por parejas como individuales, mostrando el gran interés por parte de los asistentes. No era raro ver a personas ajenas a este estilo moverse al ritmo de las canciones.
Las proyecciones, que se hacían en un sitio aparte, contaban con poca información, y rara era la persona a la que le preguntabas y sabía indicarte dónde eran o dónde consultarlas.
El salón contaba con zonas para poder comer, bastante asequibles y con gran variedad. A su vez, en todo momento uno se puede sentar en las partes destinadas a ello para descansar y seguir disfrutando del gran ambiente.
El sábado fue el día que más personas paseaban por el salón, y las colas no eran tan grandes como otros años, y, tal y como confirmó Otaku Shin, la asistencia fue de unas 30.000 personas en los tres días que ha durado este salón.
La repentina fecha, que ha cogido a más de uno desprevenido y sin poder hacer planes para el salón, se ha notado bastante, ya que un sábado es imposible andar por el salón, pero este año se podía andar tranquilamente.
Esperemos que el próximo año se programe con más tiempo y el salón esté un poco más organizado en lo que a información se refiere.
Un año más uno se va del salón con una sonrisa bastante amplia, por el reencuentro con amigos, ver el respeto que existe dentro del mundo otaku y sobre todo por la alegría de compartir una afición con el resto del mundo.
Para terminar una galería con las fotos del evento:
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