Los pasados días 16 y 17 de junio tuvo lugar en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid la tercera edición de Madrid Otaku, donde muchas personas se reunieron para disfrutar de un día de ocio entre merchan, música, camisetas y ambiente asiático. Como novedad del evento, hubo un traductor de lenguaje de signos en las conferencias para hacerlas más accesibles a todos.
Otra noticia que nos llegaba era que las entradas para el sábado y el bono de dos días se habían agotado vía online una semana antes del comienzo del evento. Con estas noticias, la idea de ir era bastante atrayente y jugosa así que Ramen para Dos asistió sábado y domingo a este evento anual.
El sábado fuera del recinto, había una cola larga para entrar pero todo parecía controlado. Primera impresión bastante buena. Al entrar, los organizadores estaban pendientes de solucionar cualquier problema y, pesar de su agobio, el trato fue perfecto.
Lo primero que hicimos fue perdernos entre los stands para irnos empapando del ambiente. Hay que decir que el espacio estaba bien distribuido. Hay que tener en cuenta que el evento es muy nuevo aún, por lo que en comparación con otros hay menos puestos pero lo necesario para ser decente. Sí echamos en falta puestos donde vendieran manga y anime, ya que sólo había un stand con algunos mangas y otro con el lanzamiento de un anime. Esto es una carencia importante para un evento porque… ¿qué es un evento japonés sin manga y anime?
Por otro lado, las conferencias a las que asistimos estaban en un espacio reducido y desde la tercera fila hacia atrás no se veían las diapositivas en las que se apoyaban. Faltó una mesa más alta para que todos pudieran disfrutarlo bien. La oferta de conferencias era variada y continua, por lo que en ese aspecto, sí pusieron interés en ofrecer al público charlas interesantes. Además, había actividades variadas como un karaoke, concurso de cosplays o una pasarela de moda.
Los conciertos acústicamente dejaban que desear. En concreto, en el de Iron Attack la mala calidad hacía que a los 10 minutos salieras con dolor de cabeza porque, si los materiales y recinto para un concierto pop-rock como el de Haruka no son los adecuados, imaginaos para un concierto de metal.
Por último, el tema aforo. En general, sí hubo bastante gente tanto sábado como domingo, aunque no tanta como para no ver tranquilamente los stands. El domingo sí hubo un momento donde los pasillos se llenaron pero a las pocas horas se descongestionó.
A grandes rasgos, el evento ha mejorado respecto a otras ediciones, pero aún así sigue teniendo carencias graves como no tener puestos de manga y anime y de haber varios stands con figuras de dudosa procedencia. Las conferencias tendrían que haber tenido un espacio más amplio y vistoso y la pantalla más elevada para que todo el mundo lo pudiese ver bien. El audio de los conciertos dejaba bastante que desear aunque en parte era por culpa del recinto que no está preparado para ello. Eso sí, se podía pasear sin aglomeraciones y el staff muy amable.
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS