Expocómic 2015 se celebró, una vez más, en el pabellón del Palacio de Cristal de la Casa de Campo de Madrid desde el pasado viernes 11 al domingo 13 de diciembre. Dicha edición volvía a ocupar aquel lugar al que asistieron autores nacionales e internacionales. Sin embargo, estos últimos eran una gran minoría entre todos los invitados. Aunque, estos no eran los únicos que se echaban en falta del evento, sino bastantes cosas más, como las que se comentan a continuación:
En primer lugar, el espacio ocupado para el evento eran las dos primeras plantas del recinto, donde había mucho hueco desaprovechado. En la primera planta estaba la isla de dibujantes que esta vez tenían más “protagonismo” ya que se les podía encontrar fácilmente. A los laterales de dicha isla se hallaban puestos y áreas de juegos de mesa y cartas, así como los stands de información, el punto de entrega del cómic gratuito con la entrada y otro puesto que vendía originales de varios autores entre los que destacaba Tsuneo Sanda, ilustrador de Star Wars.
En la planta inferior, estaban localizados todos los stands comerciales y varias exposiciones como la de Salvador Larroca o David Rubín, entre otras. Al final de la planta se localizaba el escenario principal donde se realizaban varias actividades, como por ejemplo, sesiones de firmas de varios autores.
Por otro lado, muy cerca del escenario estaba la zona de Bandai Namco, donde se podían probar varios juegos como Dark Souls III o Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm 4, entre algún otro. A su vez, el público que se encontraba en aquella zona se hacía fotos con la cabeza gigante del Zorro de Nueve Colas.
En lo relativo a los stands, los de fanzines volvieron a tener un espacio minúsculo. Pero esto no solo les afectó a ellos, sino que hasta las editoriales. como por ejemplo Medusa, tenían un puestos muy reducidos. Además, en la planta baja también se encontraba la sala de prensa y la de conferencias, y la acústica resultaba no ser muy buena por los ruidos adyacentes.
Respecto a la afluencia del público, el viernes siempre es un día tranquilo y hay muy poca gente. Pero el sábado, que suele ser el día cumbre de los eventos, no tuvo tanta afluencia como en ediciones anteriores. A las 11 de la de mañana se acabó la cola para entrar, y el resto del día no había problemas para comprar entradas ni para entrar al recinto.
En general este año, el manga y Japón no tuvieron nada de protagonismo. Lo único destacable es la visita de Tsuneo Sanda, tras su pasada visita a Expomanga y al XXI Salón del Manga de Barcelona. Sin embargo, había muchas otras cosas que brillaban por su ausencia como el día dedicado al manga y actividades relacionadas con éste y el anime.
Por otro lado, si hubo varias actividades realizadas por organizaciones ajenas al evento que asisten anualmente, y por editoriales con sesiones de firmas en diversos stands.
En conclusión, Expocomic ha desmejorado mucho en general y ha pasado de de ser “el evento por excelencia de Madrid” a ser “un evento más”. No obstante, habrá que tener esperanza y ver si vuelve a convertirse en el evento más esperado de la capital por los amantes del cómic.
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