Versailles, el enormemente popular grupo de visual kei japonés, actuó anoche por primera vez en Madrid, sin embargo no era la primera vez que venían a España. Tal era la expectación por esta visita que a pesar de que la Sala Caracol no es excesivamente grande (unas 500 personas) había personas que desde la noche anterior y primera hora de la mañana ya guardaban cola. Es de destacar que estaba permitida la entrada a menores, por lo que la mayoría del público era adolescente.
Cuando yo llegué a eso de las 6 y media de la tarde me sorprendió que a todos nos daban un numerito, se trataba de organizar la cola ya que en el concierto de Barcelona hubo algunos problemas. Esto del número también ayudaba a que si ibas por la mañana y recogías tu numero podías volver a tus quehaceres para regresar por la tarde y tener tu sitio ya «reservado». Al principio yo me mostré algo reservado con este sistema, tal y como le comenté a un chaval de la organización, pero me sorprendió al final lo bien que funcionó.
A eso de las 8 de la tarde abrieron las puertas, el público iba entrando muy ordenadamente de 1 en 1, ya que el personal de la sala y la organización estaban pendientes de que todo se desarrollara con fluidez y tranquilidad.
Los enviados de prensa que estábamos allí sólo podíamos hacer fotos durante la primera canción, debido a las estrictas normas de copyright japonés y por lo cual el resto del público no tenía permitido hacer fotos.
Ya a las 9 de de la noche el público estaba muy expectante y emocionado, y por fín, saltaron a escena Versailles, con sus inconfundibles trajes y maneras cortesanas. La sala estalló.
Comenzaron con Masquerade, primer tema de su último disco, Holy Grail, y a partir de ahí comenzaron a repasar los temas de sus 3 discos publicados hasta la fecha.
La dinámica general de los temas era bastante similar, con un estilo bastante heavy, y muy bien ejecutado, la voz de Kamijo grave aunque también lírica se adapta bastante bien, aunque no se escuchaba todo lo potente que debería, se notaba que tenía la voz un poco cansada aunque no deslució. Versailles son muy buenos músicos y tienen una gran habilidad para conectar con el público ya solo con su propia presencia escénica. Una escena que se repetía muy a menudo era como la banda se acercaba al borde del escenario para darse un buen baño de masas con el publico de las primeras filas tocándoles.
El único inconveniente que encuentro, como he dicho antes, es que una buena parte de los temas suenan similares, por eso algún medio tiempo que sonó ayudó a hacer de contraste y a cambiar un poco la atmósfera, lo cual es de agradecer, como en Love Will be Born Again, un bonito tema también de su último disco. En las baladas también se mueven como en casa.
La mayoría del repertorio estuvo basado en su último disco aunque también sonaron temas de anteriores como Revenant Choir, Ascendead Master o Red Carpet Day.
El concierto fue muy divertido, sobretodo desde las primeras filas, ya que Versailles es un grupo que sabe moverse por el escenario y su propuesta es original y atrayente.
Después de cerca de 2 horas de concierto Versailles se despidió del público madrileño, pero sólo momentáneamente ya que después del concierto estaba organizado un Meet&Greet, pero no un Meet&Greet común, que suelen organizarse por sorteo y para unos pocos privilegiados. Después del concierto, el público salió de la sala y volvió a ponerse a la cola, y con el mismo número que tenias en la cola para entrar al concierto volvías a entrar en la sala, otra vez muy ordenadamente y de uno en uno, grán labor de organización de nuevo, para encontrarte con la banda sentada detrás de una mesa saludando una por una a todas y cada una de las personas que habían acudido al concierto, lo cual personalmente me parece un detallazo por parte de la banda y de management.
Versailles no es una banda que me haya calado hondo, ni mucho menos, pero no cabe duda que fue un concierto muy bien organizado, muy entretenido y divertido. Versailles es un grupo que sabe como poner a sus fans en la palma de su mano, o como buenos cortesanos, a sus pies.
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