Dentro de las actividades del VI Japan Weekend de Madrid, que tuvo lugar el pasado 22 y 23 de septiembre, se encontraba el Anime Festival. Se trata de una iniciativa donde se traen diferentes animes fuera del gran circuito comercial nipón, para acercarlos al público español. Fueron dos días llenos de proyecciones que analizaremos a continuación.
La idea del Anime Festival como concepto comenzó el año pasado. Aunque el resultado final fue bastante decepcionante por culpa de la inexistencia de sillas en las que poder seguir las proyecciones. Con el temor de encontrar la misma situación me acerqué un año más a la que fue la segunda edición.
Subsanada la debacle sillil, por desgracia, sí aparecieron otra serie de handicaps que hicieron de la experiencia algo peor de lo que podría haber sido. En principio el Anime Festival comenzó con el plato fuerte: la presentación de Holy Knight con la presencia del productor de Cammot, Daisuke Kimura, junto con la mangaka que ha creado el manga, Maya Miyazaki. Por desgracia, la dibujante no pudo acudir aludiendo problemas personales.
Pese a ello, la conferencia del productor sí tuvo lugar, aunque comenzó cuarenta minutos tarde y apenas duró unos escasos veinte minutos en los que sin mucho detalle explicó quién era Maya Miyazaki, el argumento de la historia y poco más. En lo personal, esperaba algo más de la conferencia, algo más de profundidad, algo que justificara acudir a esta cita en lugar de tirar de fansub y ahorrarse la entrada. Kimura se quedó en la proyección y atendió a las preguntas de los asistentes.
El visionado se realizó con un proyector que podía estar mejor centrado y durante la proyección de las OVAs surgieron problemas de sincronización con los subtítulos en el primer episodio. Por ello se emitió el segundo capítulo de Holy Knight en japonés sin subtitular. Por fortuna, estos problemas pudieron ser subsanados en las proyecciones posteriores aunque Holy Knight se vio únicamente con subtítulos en inglés.
La ubicación escogida no fue la mejor. La música de stands cercanos llegaba sin problema por lo que los diálogos quedaban algo eclipsados por openings de Marco y Heidi o de películas de los 80 que ponían en un stand, al otro lado del pasillo principal por el que caminaba la gente.
Cierto es que en la Pipa no había muchas opciones para hacer algo diferente. Este año han querido apostar por poner dos pantallas para poder repetir en distintos horarios las proyecciones. Sin embargo, el año pasado estuvo mejor acabado en ese sentido, en un lugar más aislado de ruidos.
En cuanto a las proyecciones el material emitido ha tenido un nivel desigual, con algunos grandes títulos pero también con algunos productos que era complicado saber por donde cogerlos.
Holy Knight
Holy Knight era en teoría uno de los grandes títulos que venían a este Anime Festival. Sin embargo, la adaptación de Cammot no es un trasvase directo del soft-hentai de Maya Miyazaki sino que, según las palabras de Daisuke Kimura, en la conferencia previa a la proyección, trata de explorar en aspectos más profundos y humanos. Lo cierto es que el contenido picante es similar al del manga, tal vez algo más rebajado. Lo que aporta esta adaptación de la historia roza un poco los clichés dramáticos, con pérdida de la familia de por medio.
La animación es correcta y, si sabes qué es lo que vas a ver, Holy Knight puede resultar un producto entretenido sin ser deslumbrante. Eso sí, en lo personal el sexo gratuito y el ecchi continuo no me hacen recomendar Holy Knight y me hacen preguntarme si es una serie de OVAs indicadas para proyectar en el evento.
5 centímetros por segundo
Hablar a estas alturas de Makoto Shinkai no tiene demasiado sentido. Se trata de uno de los directores que han surgido en este siglo con mejor pulso. Shinkai consigue uno de los acabados visuales más impactantes dentro de la animación japonesa. Este film es probablemente el ejemplo más evidente de lo que es un film de este director.
Sin duda es lo mejor que se proyectó en el Anime Festival, el pico alto de la programación. Emotivo, preciosista, con un pulso espectacular, 5 centímetros por segundo es probablemente una de las joyas que ha dado en los últimos años la animación japonesa y que, por desgracia, sigue inédita en nuestro país más allá de proyecciones como esta.
Hoshi no Koe
Fue el primer proyecto de Makoto Shinkai. Realizado por él integramente durante un año: el argumento, el dibujo y la animación. Es una historia de ciencia ficción con un fuerte componente emotivo y dramático en la que ya se vislumbra la capacidad del director que luego ha dado obras como 5 centímetros a la que, en ciertos aspectos, hasta supera.
La película tiene ya 10 años, lo que provoca que haya ciertas cosas que cantan un poco (como la animación de los mechas). Para mí Hoshi no Koe es otra de las joyas que se pasó en el Anime Festival. Con una historia de amor casi imposible en un contexto de ciencia ficción, con un gran final y con muchas de esas cosas que adolece a día de hoy el anime.
Basket Army
Basket Army era una serie de cortos de apenas tres minutos cada uno que resultaban inconexos y difíciles de seguir. Probablemente tenga que ver con que son parte de una batería de productos mucho mayor que incluyen un videojuego y manga, por lo que qizás sea necesario alguno de los demás productos. Estas ONAs ,emitidas por internet, fueran originalmente un añadido al producto principal.
La animación era también algo limitada y la sensación de desconcierto en el argumento bastante continua. Apenas explicaban motivos, razones, contexto o se definían personajes. Las escenas de acción tampoco resultaban espectaculares.
Genkijouban Bungaku Shoujo
Bungaku Shoujo se incluyó dentro de las proyecciones del Anime Festival y es también una de las primeras apuestas de Japan Weekend Anime. Pese a que el acabado del producto en español consigue un resultado notable, con un doblaje consistente, lo cierto es que la película en sí no es demasiado atinada.
Es complicado que un retruécano dramático como éste pueda llegar a buen puerto, con giros y contragiros que se enrevesan una y otra vez. Con personajes hipotéticamente principales que se vuelven secundarios y con una trama que es muy difícil de creer, sostenida en casualidades y con decisiones de personajes que hay que coger con pinzas.
El acabado técnico, por el contrario, sí es consistente, con una animación y una paleta de colores muy bien escogida. Ahora bien, el guión poco inspirado y la arritmia narrativa destroza el resultado final.
Asylum Sessions
Es difícil acercarse a Asylum Sessions sin caer en criticar la pésima animación con la que está desarrollada esta película. En el elenco de actores de doblaje cuenta con algunos nombres importantes, como Aya Hirano. Intenté centrarme en lo que se contaba más allá aparte de el acabado de la animación pero acabé huyendo despavorido.
Fui incapaz, lo reconozco. El CG torpemente realizado por ordenador canta una barbaridad y obviarlo resulta prácticamente imposible. Ni la expresividad, ni el movimiento, ni el dinamismo de las escenas hay por donde cogerlo. Probablemente lo más flojo de este Anime Festival.
Cardfight! Vanguard
Esta serie deja muy claro lo que es desde el principio: un motor para tratar de vender las cartas coleccionables con el mismo nombre, Cardfight! Vanguard. Para ello se valen de un formato shonen en el que los personajes compran sobres, los abren y hablan sobre ello. Por lo demás resulta un anime funcional, sin nada más allá que el envoltorio y los clichés del género. La serie se basa en combates que involucran las cartas en cuestión.
La animación no es indigna, el producto es vendible para aquellos a los que les pueda interesar este tipo de serie. Francamente, no deja de ser una versión menor de un Beyblade o un Yu Gi Oh! cuyas cartas no se comercializan en castellano.
Conclusión
El Anime Festival va por buen camino aunque aún hay bastantes cosas que resultan inaceptables. Es obvio que el salto desde el año pasado es notable pero aún hay cosas que subsanar pero parece parte del ADN de la Japan Weekend: Buenas ideas malogradas por una serie de despropósitos, problemas e imprevistos, que hacen que la experiencia sea mucho peor de lo que podría haber sido.
La selección de títulos parecía un poco aleatoria pero al menos pudimos disfrutar de grandes títulos como 5 centímetros por segundo o Hoshi no Koe. Probablemente hubo un público que disfrutó con Holy Knight pese a no contarme entre ellos.
El Anime Festival cuenta con los mimbres para ser una cita ineludible para el aficionado al anime si desde Jointo son capaces de subsanar esa serie de problemas que parece absurdo que surjan: subtítulos desacompasados o proyecciones sin los mismos, algo más de contenido en las conferencias, un lugar más aislado de ruídos y si consiguen que el nivel de los títulos sea más sólido.
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