Por encima de la ley es el título de esta obra escrita y dirigida por Ryoo Seung-wan (The Berlin File, The Unjust) El director surcoreano nos presenta un filme en la misma línea que sus anteriores trabajos, en un género que domina a la perfección. Esta vez nos descubre un thriller de acción policial, donde se alternan investigación y violencia desenfrenada, pero llevado con mano experta. No es exactamente un thriller coreano más.
El mundo que nos presenta Ryoo Seung-wan es una imagen poco, o nada, distorsionada de la realidad de Corea del Sur, el cineasta sabe de lo que habla y lo hace en un tono de crítica social atacando con dureza a la corrupción, el abuso de poder de las grandes empresas y la desmedida violencia presente en el día a día de mucha gente de su país. También habría que decir que, durante toda la película, se emplea un tono de comedia característico que se pierde pocas veces y además sirve como recurso para suavizar la trama. Esto ayuda en cierta manera a que el espectador no se sobrecargue y pueda disfrutar las tensas situaciones e investigación por la que pasan los protagonistas, además de las caóticas peleas.
En 2015, Por encima de la ley batió todos los récords de taquilla en Corea del Sur. Tiene la fórmula perfecta. Y es que se compone de acción como hilo conductor, investigación como excusa y el justo drama y crítica social siempre presentes de forma más o menos evidente según el momento. Todo ello acompañado de una banda sonora cañera, acorde con el espectáculo que se nos presenta y, como ya se ha dicho, llevado con mano experta y con muchas dosis de humor.
La trama
La historia se desarrolla desde una perspectiva realista dentro de lo posible. El detective Seo Don, protagonista de la historia y persona de clase media, se enfrentará junto a su equipo de policía a una de las figuras más poderosas habidas en Corea del Sur, un heredero y directivo de una multinacional. Un niño rico, concretamente. Se podría decir que se plantea un combate desigual o imposible, pero es ahí donde reside la cuestión del asunto.
Lo que comienza como una serie de casos no relacionados, conducirá a un accidente de alguien cercano al detective, un intento de suicidio. A partir de ese momento Seo Don empezará a tirar del hilo. El protagonista, y prácticamente todo el cuerpo, se verán envueltos en una lucha por resolver el misterio del incidente que supuestamente involucra al niño rico
La investigación llevada a cabo sufrirá intentos de interrupción por todos los medios posibles. Sobornos, mediante influencias dentro y fuera del cuerpo de policía, otros métodos más oscuros y de todo lo que en resumidas cuentas dispondría la llamada élite. Pero el detective, con la integridad y el honor por bandera, tampoco dará tregua.
Personajes principales y secundarios
El protagonista, como dice el titulo original de la película, es todo un veterano. Seo Don es un policía de acción incorruptible que se desenvuelve a la perfección en momentos de tensión, como cuando todo explota desembocando en una pelea, o cuando él mismo lleva la situación al límite. Pero en la película se lleva más allá el papel de policía, Hwang Jung-min hace una trabajo profesional que, como su director, ya lleva aprendido de películas anteriores (A Bittersweet Life, New World). Al igual que en las anteriores cintas se muestra una vida violenta pero también a la persona que hay más allá del “poli”, y es que no deja de ser él y sus circunstancias.
El antagonista principal, está interpretado por Yoo Ah-In, el rico heredero que actúa antes de pensar porque ha crecido aprendiendo que el dinero solucionará todos sus problemas. Resumiendo, él es el heredero, el niño rico con el que Seo Don iniciará su cruzada. Si bien resulta un personaje algo forzado, a veces poco creíble, quizás intente representar a una persona tan traumada por todo el dinero y poder que tiene que puede ser un personaje fantoche en sí mismo, excéntrico hasta el punto de verse como algunas personas millonarias reales. Visto así tendría sentido, puede estar incitando el odio/envidia que la gente real podría sentir por alguien así.
Aunque se podría mencionar gran cantidad de personajes secundarios, ninguno es demasiado plano como se esperaría de este tipo de películas, siendo tres los que cabría mencionar. En primer lugar la mano derecha del villano y quien se dedica a planear los sucesivos intentos de detener al detective, malvado y servicial secuaz al que da vida Yu Hae-Jin. Segundo, el jefe del departamento al que pertenece Seo Don. Interpretado por Oh Dal-su, es un hombre carismático y todo un líder. Y tercero, la mujer de Seo Don, cuando ella aparece la película se adentra en el terreno personal del detective. Caracterizada por Jin Kyung, tiene escenas que no ocupan muchos minutos, pero es fundamental para reflejar como la integridad de Seo Don es auténtica.
Realismo / Entretenimiento
A lo largo de escenarios bien recreados (interior de empresas, barrios marginales, hogares) tienen lugar unos acontecimientos que oscilan entre realismo y ficción de forma acertada. Otra de las claves del éxito de la película quizás sea lo fácilmente llevadera que se hace pues, como se ha dicho antes, combina sus elementos convenientemente para que no vayamos de una escena seria de investigación a otra igual o más tensa. En su lugar, el director lleva la acción a una escena más distendida e irreal, por ejemplo donde el detective y su jefe hacen flexiones en una sauna.
Como se ha dicho antes, la tensión se mantiene de una escena a otra para mantener atento al espectador, pero sin parecer un espectáculo de fuegos artificiales. Puede que por esto se cometa a veces el error de colocar escenas de enganche, puestas para darle una explicación a lo siguiente que sucederá en la trama principal y que esta tenga sentido. Casi parezca que el director busque entretener con un doble fin, por un lado que el mensaje social llegue más fácil (siempre durante las partes más críticas y serias) y por otro para mantener interesado al espectador.
El punto malo es que en ciertos momento la película tiene detalles, excesos contagiados de películas americanas, que no convencen. Quizás si para un público menos exigente, pero por ejemplo, momentos como la escena de una paliza a un pobre hombre con Casta Diva de fondo, en un mal intento de darle elegancia a una situación violenta, o sea… no. Solo por el hecho de que el espectáculo esté acompañado de gente con traje y el ambiente sea el de una empresa formal no encaja de ninguna manera.
Conclusión
Es una película comercial pero muy bien llevada. El reparto junto a su director es sin duda la razón principal de su éxito. Merece la pena verla porque los 124 minutos que dura se pasan volando entre palomitas. Pero hay una cosa fundamental para ver Por encima de la ley: creerse ese estatus de poder y excentricidades, básicamente para que la crítica planteada se entienda. Y ciertamente, ese tipo de ricos por nacimiento se merecen todas las que les echen.
Lo mejor
- El director y el reparto.
- Las trabajadas escenas de acción.
- La tensión constante interrumpida por escenas de acción, hace que sea difícil dejar de prestar atención.
- El tono de humor en dosis perfectas, sin quitarle seriedad a la película y amenizándola.
Lo peor
- La banda sonora, aunque la música va acorde con el ritmo que va tomando la película, hay veces que puede resultar repetitiva.
- Seguramente algunos actores se podrían haber aprovechado más.
- El uso de recursos innecesarios como en las escenas sobradas de chulería.
Por encima de la ley
Estudio: Filmmaker R&K
Año: 2015
Tipo: Película imagen real
Duración: 124 minutos
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