La música ha acompañado a los jugadores prácticamente desde su creación. Sin embargo, al principio esto era algo secundario y sus creadores quedaban en segundo plano. No obstante, con el paso de las décadas esto ha ido cambiando, y poco a poco se ha ido poniendo en valor el trabajo de todos aquellos artistas encargados de crear las composiciones musicales y las bandas sonoras que todavía a día de hoy resuenan en nuestra cabeza. Y es que algunas tan recordadas como la la banda sonora de Zelda, Shadow of The Colossus, Kingdom Hearts o el aclamado Final Fantasy han servido para dotar de excelencia la experiencia jugable de estos títulos.
Especialmente esta última, la banda sonora de Final Fantasy, creada por Nobuo Uematsu, ha dotado siempre a la franquicia de una riqueza musical sin precedentes, con una banda sonora cuidada al detalle. Tanto desde el primer Final Fantasy, con ese comienzo que todo el mundo reconoce, hasta ese solo de piano en FFX “Zanarkand” y por no hablar del mítico “Sephirot”. Por ello, hoy vamos a hablar de la música de la saga Final Fantasy, concretamente del concierto que la orquesta Distant Worlds, dirigida por Arnie Roth, dio en Madrid el pasado mes.
Un poco de historia
Hace 10 años que esta orquesta empezó su gira mundial y en el transcurso de su viaje ha ido añadiendo temas a la lista habitual de partituras, entre las que destacan: Ronfaure de Final Fantasy XI, “Man With a Machine Gun de FFVIII o JENOVA de FFVII. No obstante, a pesar de llevar una década de concierto en concierto es la primera vez los seguidores españoles han podido disfrutar en directo de este evento tan especial. Un concierto que contó con 94 músicos y un coro, complementados a su vez por una pantalla gigante en la que se iban proyectando secuencias de vídeo e imágenes en alta definición cedidas directamente por Square Enix.
El lugar elegido fue el Palacio de Vistalegre de Madrid. No es que sea el sitio ideal para un concierto sinfónico, pero el espacio respondió a las expectativas. La acústica no resultó excelente pero aún así se pudo disfrutar de cada una de las piezas musicales. El concierto se dividió en tres actos, con intermedios en los que el propio director de la orquesta hacía pequeñas intervenciones en las que explicaba anécdotas de los temas a interpretar. Eso sí, en un perfecto inglés.
Estos son los temas que se pudieron disfrutar en el concierto.
FFVII Main Theme
FFVII Jenova Complete
FFVIII Balamb Garde-Ami
FFIX Not Alone
FFX Zanarkand
FFXIII Blinded by light
FFXIV Torn From The Heavens
FFXV Apocalypsis Noctis
Cuando la música es un tranvía de emociones
Por muy buenos altavoces que tengas, por muy bueno que sea el decodificador DAC que dispongas en casa, nunca experimentarás el alma de la música hasta que la escuches en directo. La orquesta interpretó los temas con una profesionalidad extrema, sin errores apreciables, y con el tempo adecuado. Sentir esa música que tanto había escuchado a través de dos pequeños altavoces, notar cómo vibra el pecho en los momentos de intensidad, todo eso te transporta a ese mundo de Final Fantasy ayudado por esas imágenes de los juegos que tantas veces has visto.
El concierto se pudo disfrutar en todo momento gracias a la extrema educación de las más de 15.000 personas que allí estábamos, nadie, repito, nadie osó interrumpir al maestro con ruidos, comentario o risas, la gente que fue allí, sabía que estaba ante algo único y como tal, se disfrutó en extremo. Cuando terminó el concierto con un bis, el aplauso de la gente duró más de 15 minutos en los que tuvo que salir el director hasta en tres ocasiones, demostrando que quienes estábamos allí, vimos algo único, algo espectacular y bueno, al fin y al cabo volvimos a sentirnos como niños cuando ese mítico comienzo de Final Fantasy empezó a sonar.
Personalmente, como amante de la música, y en especial de Final Fantasy X, Zanarkand me estremeció. Escuchar ese solo de piano me hizo revivir tantas horas de juego junto a Yuna, momentos que me gustaron mucho del juego como el “Sending” volvieron a mis recuerdos y me dice lo que siempre he sentido: Final Fantasy X ha sido el FF por excelencia, al menos para mí, quizás un poco corto pero lo bueno si es breve, dos veces bueno.
Para finalizar, cabría destacar que la larga fila de espera para entrar que se alejaba entre las calles entró sin ningún tipo de incidente. Cuando el concierto terminó, se desalojó el palacio de igual manera, tranquilamente y sin problema. 15.000 frikis y ningún incidente.
Es una lástima que no existan más eventos como este donde premia la profesionalidad, la calidad y que demuestra que dentro de este pequeño mundillo hay arte, arte de verdad, gente que se esfuerza porque las cosas salgan bien, todo un grupo de mentes que quieren que vivas una historia a través de un juego. Bravo.
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