Ambientada en Japón en la época de la Dinastía Ming (1368–1644), el joven Kotaro huye junto a su perro Tobimaru de un grupo de mercenarios de origen chino que lo buscan para completar una profecía que pretende otorgarle la vida eterna a Ming. La huida del pequeño se inicia cuando el templo donde vivía al cuidado de un monje, que le recogió al quedarse huérfano, es atacado por el grupo de mercenarios. Desde entonces el chico se las ha de ingeniar para salir adelante hasta que se encuentra con un vagabundo extraño que lleva una espada, cuya empuñadura está atada a la vaina para impedir sacarla, según él a modo de «oración»
Niño, perro y el samurai vagabundo «sin nombre», inician entonces un viaje hasta un templo donde el monje que cuidó del niño le aseguró que estaría a salvo. Durante su camino se irán mostrando flashbacks a modo de pesadillas del pasado de «sin nombre» (Él mismo se bautiza así, ya que se confiesa como un huérfano vagabundo el cuál nunca ha tenido un nombre, y que cada señor le llamaba de una manera distinta), mientras se van desvelando los planes de los extranjeros con el niño y una fortaleza que se está construyendo en la región de Chisse, con el beneplácito de un señor feudal que prepara en secreto robarles lo que buscan.
Una gran película de samurais
Estamos ante una película muy compacta, sin fisuras, un disfrute para los sentidos de cabo a rabo que no dejará indiferente a nadie. Y es que hacía tiempo que no llegaba a nuestro país una película de samuráis, tan bien realizada como Sword of the Stranger. Es una especie de «road movie», donde vemos como niño y vagabundo, van limando las asperezas y se van haciendo más íntimos, aprendiendo uno del otro hasta llegar al desenlace de la historia donde se hacen inseparables, cuando vivimos algunos de los momentos más emotivos de los poco más de 100 minutos de metraje (Espectacular cuando «sin nombre» grita el nombre de Tobimaru tras su carrera en la nieve)
La película explora muchos temas, aunque sin lugar a dudas el que más destaca sobre el resto, es lo racista que puede ser la sociedad japonesa, o lo contrarios que son a todo lo que viene desde fuera. Desde el principio de la película se dejan caer todo tipo de comentarios sobre los extranjeros que vienen de China, en especial con el jefe de los mercenarios, un tío de unos 2 metros, rubio y de ojos azules, más propio del norte de Europa que de la zona de Asia. Además, cuando vamos descubriendo poco a poco, el pasado de «sin nombre», vemos como muchos de sus problemas surgían por ser «diferente», por salirse del típico japonés de pelo oscuro y tez clara.
La película posee un ritmo endiablado, y no por que sea de acción rápida, sino por que está tan bien narrada e hilvanada que en ningún momento perderemos el hilo de la historia. El director, Masahiro Ando (Canaan), a pesar de debutar oficialmente en la dirección con esta película, cuenta en su curriculum como responsable de animación en numerosos títulos como las series de animación de Ghost In The Shell, o Eureka Seven entre otras. A buen seguro, tras esta película le han salido más encargos.
La película posee momentos grandes, de los que te hacen levantar de la silla, en muchos casos protagonizados por el protagonista «sin nombre», en el que os podéis imaginar, que uno de los más espectaculares es cuando por fin rompe la atadura de su espada (¡Grandioso!) y desata toda su habilidad en un final apoteósico.
La animación a cargo de Bones es espectacular, contando con algunas de las mejores peleas de espadas de los últimos tiempos vistas en un largometraje animado. Partiendo de la base de que es un anime más o menos realista, las fantasmadas y las técnicas ninja aquí no están presentes. Llama poderosamente la atención el trabajo con cada uno de los personajes y su estilo de lucha, sobre todo en la parte final del film, destacando la diferencia entre la escuela china (con más saltos, piruetas, y cabriolas propias de Jackie Chan) y la japonesa, con la sobriedad del guerrero samurai, de más escasez de golpes y más contundencia.
Si hay que poner algún pero, quizás se echa un poco de menos más protagonismo de alguno de los mercenarios, cada uno con su estilo de lucha y armas, pero al ser un largometraje, y no una serie, esto se hace imposible sin que durase otros 60 minutos más.
¿Un Vagabundo espadachín con una cicatriz en la cara?
Sin lugar, uno de los detalles más curiosos de Sword of the Stranger, es el personaje de «sin nombre». Un samurai vagabundo, errante, con una cicatriz muy característica en su cara, y que rehuye en el combate usar el filo de su katana para matar, aprovechando el mobiliario, la vaina de su espada o cualquier otra cosa de forma contundente (sin cortar), por algún tipo de promesa auto-impuesta por algún pecado del pasado.
Vagabundo, cicatriz en la cara, gran habilidad en la lucha, juramento auto-impuesto de usar el filo de su arma por pecados en el pasado… Creo que quien más o quien menos sabe por donde voy, ¿verdad? Muchos saltaréis ahora comentando, «No puede ser, ¡tiene el pelo oscuro!» Esto, bueno… me voy a callar…
Sin lugar a dudas, el personaje es un digno homenaje a uno de los samurais más famosos del manga y el anime, y un detalle más de la película a descubrir por los espectadores.
En Ramen Para Dos no hemos podido disfrutar aún de la edición en DVD o BD final, sino de una versión de muestra previa. Dicho esto, y esperando a que Selecta Visión saque a la venta la versión definitiva, el film cuenta con una edición perfecta por parte de la distribuidora española.
El doblaje del film es correcto, sin voces famosas que destaquen, pero si muchas que os sonarán como la del Kotaro, que recuerda irremediablemente a la de Chagun de Serei no Moribito. La interpretación es muy buena, sobre todo en el caso de los protagonistas.
Aquí en España, Selecta Visión la lanzará este próximo miércoles en dos ediciones, una sencilla de un sólo disco por 14,95€, y una segunda especial de dos discos por 19,95€. La edición especial de dos discos incluirá en el segundo DVD extras como notas de producción, entrevistas al equipo técnico y al artístico, un storyboard animado, los tráilers creados para salas de cine y el spot que se creó para televisión.
Posteriormente Selecta Visión tiene planeado sacar una edición en Bluray Disc de este film, sin fecha prevista por el momento, tal y como adelantó Ramen Para Dos.
Es cierto que hay películas que llegan a nuestro país con un halo de triunfalismo previo apadrinado por su éxito y popularidad. The Sky Crawlers o Evangelion 1.0, películas que han triunfado en festivales como el de Cine Fantástico de Sitges, llegan a España siendo ya muy conocidas por el público. Sword of The Stranger, es un caso extraño, una película que ha ido cosechando éxitos en los festivales donde se ha ido proyectando como FANTASPOA (International Fantastic Film Festival of Porto Alegre) donde logró el galardón de la mejor película de animación, o como más reciente en los Oscar del 2009, donde fue preseleccionada en la categoría de mejor película de animación.
A pesar de todo esto, no parece ser una película muy popular entre el aficionado otaku, y sin lugar a dudas se puede destapar como la primera gran sorpresa de la animación japonesa en nuestro país en este 2010. Tiene de todo, ritmo, acción, emoción, personajes carismáticos, guiños a otras obras, y una pelea final como hacía tiempo que no veíamos en una película de animación de samurais.
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