Retrocedemos nuevamente a la época del Chiquito de la Calzada y los trasgos de látex del Hipercor… para retomar aquella sección dedicada especialmente a los otakus mas veteranos: ¡Anime viejuno!. En esta ocasión, hablaremos de una entrañable serie de anime futbolero mucho más hilarante, alegre y jovial que la de los archiconocidos Oliver y Benji. Así pues, olvidémonos por un ratito de nuestras preocupaciones actuales y volvamos a la época de nuestra infancia. Volvemos de un agotador día de colegio. ¿Deberes? pueden esperar. Acomodémonos en nuestro sofá, «enchufémonos» a Telecinco, y veamos en que nuevo lío se mete nuestro gran amigo Rafael en… ¡Supergol!.
Un encontronazo agradable
La historia empieza cuando Rafael Masten, un chaval al que le pirra el fútbol, se traslada a una nueva ciudad junto con sus padres y su hermana Lisa. Nada más llegar, se va al bosque a practicar su afición favorita. Cuando más animado estaba, de repente se encuentra con una chica la mar de mona, a la que casi funde de un balonazo. Pasado el susto inicial, sin embargo, parece caerle bien y tras mantener una breve conversación, se despiden amistosamente. ¿Tendrá importancia este encuentro en el futuro? Más adelante veréis que si…
Rafael… ¿salvador del equipo?
El primer objetivo de Rafael es, por supuesto, convertirse en un nuevo miembro del equipo de fútbol de su nueva escuela. Sin embargo le espera una desagradable sorpresa: el equipo no da pie con bola. Son tan desastrosos que son capaces de perder por 21 a 0 (un poco desigual, ¿no?). Esto hace que los integrantes del equipo estén bastante desmotivados, razón no les falta. Sólo uno de ellos no pierde la esperanza: Buddy, el portero y capitán del equipo, co-protagonista de la historia.
Por suerte,Rafael no está dispuesto a quedarse sin practicar su deporte favorito. Es entonces cuando decide devolver la confianza al equipo mediante un “tratamiento de shock”: ni más ni menos que desafiar al mejor equipo de la ciudad, el Número Uno (que gran nombre ¿verdad?). Aunque al principio se ríen en su cara, el Número Uno finalmente acepta jugar contra ellos. Esto sucede después de que Rafael supere una prueba impuesta por su capitán y portero, Lenny Newman, un tipo muy parecido a Benji Price.
Partidos de fútbol y algún «enredillo» amoroso
Animados por Rafael, el equipo se entrena con ahínco hasta el día del partido. Sin embargo el día señalado, ven desde el principio que llevan las de perder…Por lo que se auto imponen un reto más asequible: marcar un solo gol. Tras una dura batalla finalmente lo consiguen. Teniendo en cuenta lo bueno que era el otro equipo, y las condiciones en las que ellos estaban al principio esto es una gran victoria. Así que animados por este logro, los miembros del equipo de Rafael recuperan la confianza en sí mismos y comienzan a entrenar duro para convertirse en un equipo ganador.
A estas alturas quizá os preguntéis… ¿y qué tiene que ver todo esto con el encuentro de Rafael con aquella «chati» al principio de la serie? Pues muy sencillo: El día del partido, nuestro amigo descubre que Wendy (que así se llama la chica) ¡sorpresa! es la hermana de Lenny, su gran rival. Por si esto fuera poco Rafael se ha quedado coladito por ella. Y para añadir más “momentos de flores” Buddy se enamora de Lisa, la hermana de Rafael, dando lugar a esas embarazosas situaciones chistosas que caracterizan a la comedia romántica.
Como Oliver y Benji… pero con mas comedia
Aunque la serie tiene algunas similitudes con Oliver y Benji, Supergol es bastante más cómica, simpática, optimista y alegre que su predecesora.Además de transmitirnos los valores de la superación personal y el trabajo en equipo, también nos hizo reír.Aparte de los partidos y los entrenamientos, también pudimos ver algunas aventurillas paralelas que nuestros amigos vivieron debido a las dificultades que tuvieron que afrontar para lograr su objetivo.
Entre estas, destacan un malentendido que hizo que Buddy pasara por maníaco sexual un tiempo, los problemas con un padre nada conforme con la posición de su hijo en el equipo, entre otras historias. Incluso en una ocasión atrapan a un grupo de ladrones. Como es habitual en el manga y el anime, practican un fútbol con movimientos y jugadas exageradas que llegan a sobrepasar lo humanamente posible. Sin embargo, en esta serie, no dan tanta importancia al aprendizaje de «súper-técnicas secretas definitivas». Se daba más importancia a las historias de los personajes, que se desarrollaban a medida que practicaban su amado fútbol.
Origen y llegada a España
El nombre original de la serie es Ganbare Kickers!. Está basado en el manga homónimo de Noriaki Nagai, el cual se publicó en la revista CoroCoro Comic entre 1985 y 1989 recopilándose en 20 tomos. En España fue publicado no hace mucho, en 2007, de mano de la editorial Banzai en solo 10 tomos.La adaptación a anime corrió a cargo del estudio Pierrot, y se emitió originalmente entre 1986 y 1987. En España se emitió,como no, a través de la cadena privada Telecinco, que jugó un importantísimo papel en la difusión original del anime en España.
El principal objetivo de Telecinco al emitir esta serie, era simplemente entretener a la audiencia durante un parón de la archiconocida serie de Oliver y Benji. Incluso se inventaron que Rafael había jugado en el equipo de Benji Price en su anterior escuela, creando así una unión entre ambas series. Es por ello que pese a que algunos nos encantó, Supergol siempre estuvo a la sombra de Oliver y Benji. Pasó más desapercibida y no disfrutamos de mucho merchandasing, salvo alguna que otra cosilla por ahí como álbumes de pegatinas de Panini, y siempre como parte de Campeones.
Conclusión
Una serie de superación personal que nos arrancó más de una sonrisa y que se unió a ese catálogo de entrañables series anime de nuestra infancia. Series que además de despertar nuestro interés por el manga y el anime, también nos ayudaron a crecer y a aprender valores como la superación personal,el trabajo en equipo etc.Aunque no fue tan popular como Oliver y Benji, su serie hermana, esta era,repito,mas alegre y optimista.Los personajes eran quizás más cercanos al espectador y resultaba más fácil identificarse con ellos. Echadle un vistazo, os recordará la época en la que todavía se emitía programación infantil buena, y seguramente os hará reír un rato.
Enlaces:
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