Desde su nacimiento en la década de los 90, Digimon se ha convertido en una de las franquicias más exitosas de la historia de Bandai, la cual ha acompañado a toda una generación de niños en todo el mundo. Ahora esa generación, de la misma forma que los monstruos digitales, ha digievolucionado tanto en tamaño como en gustos, por lo que Digimon ha necesitado reinventarse y adaptar su fórmula para devolver la ilusión a esos niños que soñaban con viajar al mundo digital, a la vez que capta la atención de la siguiente generación.
Los resultados de ese planteamiento ya quedaron patentes con la increíble acogida que recibió Digimon Story: CyberSleuth en febrero de 2016. Ahora, dos años más tarde llega su esperada secuela, Digimon Story: CyberSleuth – Hacker’s Memory, que a pesar de las críticas a la primera entrega por la traducción, nuevamente nos encontramos un título con voces en japonés y textos únicamente en inglés y alemán. Los menos versados en la lengua de Shakespeare pueden tener dificultades para entender algunos diálogos ya que la historia, al igual que en la primera entrega, posee un trasfondo más adulto y profundo.
Keisuke Amazawa es un joven estudiante que frecuenta el mundo virtual de EDEN, pero recientemente ha sido hackeado y ha perdido su cuenta. Debido a este desafortunado incidente se ve obligado a utilizar una o varias cuentas secundarias, un procedimiento que se asocia a los hackers de EDEN para suplantar la identidad de otros usuarios y cometer crímenes en su nombre. Tachado y repudiado por sus amigos como hacker, Keisuke decide embarcarse en una aventura para limpiar su nombre, que paradójicamente lo lleva a integrarse en un grupo de hackers llamado Hodie, en el que tendrá que realizar encargos para Zaxon, una de las mayores organizaciones de piratas informáticos en los bajos fondos de EDEN.
Con este hilo conductor como premisa, la historia va guiando al jugador por el universo virtual de EDEN, donde además de los humanos también existen los Digimon, programas informáticos representados en forma criaturas capaces de evolucionar y combatir. Es conveniente destacar que detrás de este argumento aparentemente simple, se esconde una trama mucho más compleja y rebuscada, pero no ahondaremos más en ella para no arruinar la sorpresa a ningún lector.
Al ser una secuela, Hacker’s Memory es evidente que hace constantes referencias a la historia de la primera entrega. De hecho la historia se desarrolla paralelamente a los hechos acontecidos en CyberSleuth y los personajes principales de la misma como Arata Sanada, Nokia Shiramine, Kyoko Kuremi o Takumi Aiba aparecen en el juego y juegan un papel en la trama, aunque desde otro punto de vista. Precisamente al tratarse de la misma historia, no es necesario haber jugado al primer título para comprenderla ya que el desarrollo argumental hace hincapié en todos los aspectos importantes ya conocidos por los jugadores más veteranos como las ondas digitales o los dispositivos de captura.
El diseño de los personajes nuevamente corre a cargo de Suzuhito Yasuda, autor que ya demostró su creatividad y originalidad en la primera entrega. Probablemente el más curioso de todos es el protagonista Keisuke, cuyos ojos y expresiones faciales complementan los diálogos en todo momento. En este sentido, se puede decir que tiene una personalidad bien definida y se va desarrollando conforme avanza en la historia, aunque por alguna razón nunca articula ninguna palabra en todo el juego. Al principio se hace difícil empatizar con él y los demás miembros de Hodie, especialmente con su líder, Mishima Ryuuji, quién mantiene una actitud fría y distante.
Su carácter contrasta fuertemente con el de su hermana, Erika Mishima, la cual tiene una personalidad tímida con un toque tsundere, aunque esta vez le han dado a la protagonista femenina el valor que se merece, sin recurrir a las voces estridentes y los clichés típicos del anime como hicieron con Nokia Shiramine. El último miembro es Chitose Imai, un alegre personaje que aporta positividad en todo momento con sus bromas pero que resulta muy útil a la hora de recabar información tanto en EDEN como en el mundo real.
La recopilación de información vuelve a ser uno de los puntos clave para completar los diferentes encargos o misiones y avanzar en la historia principal. Los jugadores deberán aventurarse tanto a los niveles más recónditos de Kowloon y EDEN como caminar por las diferentes ciudades de Tokyo como Ikebukuro, Shibuya y Nakano Broadway, las cuales han sido recreadas al detalle y con una calidad excepcional. Sin embargo, a pesar de ser considerado un juego de rol, la capacidad de exploración queda bastante limitada en el mundo real y el cibernético, así que echamos en falta más libertad de movimiento para acceder a lugares y tiendas de la ciudad.
En relación a este mismo punto, la cámara del juego es fija, por lo que también se pierde esa sensación panorámica de amplitud y profundidad de escenario que se consigue al rotarla, especialmente en el ciberespacio dentro de EDEN.
Por otro lado, una de las novedades que han incluido en esta secuela son una serie de robots parecidos a Mr. Navit, los cuales se encuentran destruidos por todo el ciberespacio y los jugadores pueden utilizar una habilidad de hackeo de sus Digimon para repararlos y obtener objetos especiales. Uno de esos objetos son ficheros conocidos como Hacker’s Memory, que una vez desencriptados a través del ordenador, relatan historias sobre la vida del hacker, desencadenando así algunos eventos con animaciones y diálogos dentro del juego.
Si las misiones principales y secundarias ya cansan, los más coleccionistas tienen una cita con la Doctora Mirei en el laboratorio Digimon (DigiLab), donde se pueden escanear los datos de Digimon con los que hayamos combatido y materializarlos en nuestro Digivice. Otra opción es comprarlos en el mercado negro, aunque es una opción bastante más cara y no apta para los bolsillos de todos los hackers. Asimismo una vez alcanzados unos determinados requisitos se puede digievolucionar a los Digimon y conseguir criaturas mucho más fuertes. Sin embargo al hacer esto volverán al nivel 1, por lo que es conveniente medir la fuerza de los enemigos a los que nos enfrentaremos antes de lanzarse al combate.
Por último está la DigiFarm, una especie de guardería para Digimon donde es posible darles órdenes para que investiguen nuevos casos o incluso entrenarlos para que vayan subiendo de nivel automáticamente.
El sistema de combate se mantiene en un formato simple que mezcla rol por turnos y estrategia, con el añadido de que en esta entrega hay 70 Digimon adicionales para elegir, más de 320 en total, por lo que aumenta también el número combinaciones posibles en combate. En este aspecto la verdad es que Bandai Namco no ha innovado demasiado, pero tampoco considero que fuese necesario hacer grandes cambios. El menú de combate es intuitivo, fácil de usar, y los combates consiguen captar la atención del jugador. Quizás un punto a mejorar serían las animaciones de los ataques, así como el apartado gráfico en general, ya que podrían intentar explotar un poco más el motor gráfico con PlayStation 4, que cuenta con una mayor definición y fluidez en lugar del de PlayStation Vita.
Paralelamente se ha introducido un nuevo sistema de combate llamado Domination Battle, donde se enfrentan grupos de tres contra tres con el objetivo de llegar a un determinado número de puntos antes que el rival. Los jugadores deben ir avanzando en una especie de tablero conquistando casillas, pudiendo invadir las del equipo contrario enfrentándose en combates uno contra uno, pero con la limitación de ejecutar un único ataque por cada Digimon.
En conclusión, Digimon Story: CyberSleuth – Hacker’s Memory es un título RPG que busca introducir al jugador en el mundo de los Digimon a través de una historia cautivadora y original. Las mecánicas de digievolución son muy adictivas y permiten al jugador explotar al máximo las habilidades de sus compañeros Digimon pudiendo diferentes combinaciones en combate, así como también fomenta el espíritu coleccionista para tratar de conseguir los más poderosos.
Para aquellos que jugaron a la primera entrega, Hacker’s Memory aporta una visión diferente de los hechos de CyberSleuth y, aunque sigue siendo la misma historia y cuenta con muchos elementos reciclados, consigue mantener el interés del jugador. Y para todos los que dejaron pasar la oportunidad de jugar a CyberSleuth, este título es una buena oportunidad de introducirse de lleno en una historia diferente a la que Digimon nos tiene acostumbrados, y en mi opinión, una de las mejores sagas de todos los títulos de la franquicia.
Lo mejor:
- Una historia bien elaborada y con un carácter más adulto.
- El aumento del número de Digimon y las mecánicas de digievolución.
Lo peor:
- Han reciclado prácticamente todos los elementos de la primera entrega.
- El título no está traducido al español, únicamente inglés o alemán.
- La capacidad de exploración sigue siendo muy limitada.
Digimon Story: Cyber Sleuth – Hacker’s Memory
Plataforma/s: PlayStation 4, PS Vita
Desarrollo: Media Visual
Jugadores: 1
Audio/Textos: Voces en japonés y textos en inglés y alemán
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