El vídeo mató a la estrella de la radio ¿no es así? Con las nuevas tecnologías, las antiguas dejan de tener relevancia en un mundo que siempre premia la innovación. Pero… eso no fue lo que pasó ¿no? La radio sigue entre nosotros y sigue funcionando como un eco del pasado que nos recuerda que muchas veces, lo relevante no hay que visionarlo, sino escucharlo. La revolución de un pueblo oprimido se abrirá paso a las mentes de sus oyentes a través de las ondas sonoras en Demon Gaze 2, donde tendremos que plantar cara al malvado Magnastar. Este es el planteamiento de la nueva obra de Experience Inc., un estudio que nos tiene acostumbrados al género dungeon crawler (explorador de mazmorras) con obras como Operation Abyss: New Tokyo Legacy y Stranger of Sword City. Esta segunda entrega de Demon Gaze llega en exclusiva para PlayStation Vita.
Una trama manida
La trama del juego se sitúa después de la primera entrega y, aunque el juego puede disfrutarse en su totalidad sin haber jugado a su antecesor, el título cuenta con cameos y referencias que aquellos veteranos podrán apreciar.
Demon Gaze 2 tiene uno de los inicios más manidos y facilones de la industria video lúdica, y es que nuestra aventura comienza con nuestro protagonista despertando tras perder la memoria en un misterioso mundo. El recurso de la amnesia permite explicara al jugador se el mundo en el que se encuentra sin que parezca idiota. No obstante, pasa a ser una de las alternativas menos imaginativas del sector. De hecho, comienza de la misma manera que Culdcept Revolt, juego que analicé hace unos meses.
- Me despierto amnésico
- Hola, estás en una ciudad comandada por un tirano. Somos la resistencia.
- Genial, contad conmigo, que además acabo de descubrir que tengo poderes.
A pesar de la poca inventiva en la trama, Demon Gaze 2 consigue brindarnos momentos divertidos así como personajes carismáticos. En muchos de ellos encontraremos las personalidades típicas de muchos de los animes. Como ya he dicho en otros textos, estos tópicos son una de las mayores lacras que arrastran las historias japonesas, pero si las dejamos de lado podremos esbozar una sonrisa con muchas de sus ocurrencias.
Un dungeon crawler con buenas ideas
La jugabilidad del título no abandona todos los aspectos inherentes a un dungeon crawler, siendo un género de difícil acceso al jugador casual. La exploración de los escenarios en primera persona a modo de tablero y los gráficos algo desfasados dejan entrever una jugabilidad profunda de género RPG, con ciertas reminiscencias a Pokémon o Shin Megami Tensei. Nuestro personaje resulta ser un Demon Gazer, una persona con la habilidad de absorber demonios con su ojo, pudiendo reclutarlos para que hagan todo lo que él quiera.
Los demonios se encuentran en ciertos espacios prohibidos de la ciudad, en los cuales han establecido su residencia. Para encontrar al demonio deberemos eliminar los cinco diamantes esparcidos por cada área. Una vez eliminados podremos acceder al reino del demonio, donde deberemos vencerle en combate singular. Una vez vencido nos podrá acompañar en las siguientes aventuras, creando así un ejército a nuestras órdenes.
Los combates se ejecutan en varias líneas, los enemigos pueden estar delante o detrás, mientras que nuestros demonios podrán hacer lo mismo. De igual manera, en algunos ataques pueden atacar a la primera fila y otros tienen libertad para atacar a las distintas filas enemigas. Se forma así un sistema de roles en el que el jugador se ve obligado a pensar en las habilidades de cada demonio y la línea más conveniente para esa función. Un sistema interesante que aporta frescura a un género algo tosco y primario.
Los demonios cuentan con habilidades de serie, tanto para los combates como para la exploración de mazmorras. Además, tendremos la opción de desatar todo el poder de nuestros demonios mediante la opción Demonize, con la que los demonios aumentarán todas sus estadísticas y obteniendo así habilidades especiales. Este poder estará limitado por la barra Star gauge, que se irá rellenando conforme hagamos daño a los rivales eso sí con los demonios en su estado normal. Cuantos más demonios en Demonize tengamos en el equipo, más rápido disminuirá la barra.
Entre mazmorra y mazmorra podremos pasar el rato en el bar, una tapadera de la base rebelde y, de paso, una manera de amortizar la revolución. En este sitio podremos descansar, cambiar de aspecto, comprar ítems o dejar avanzar la historia. Estos fragmentos de historia se suceden mediante conversaciones al más puro estilo novela visual. A los que estamos acostumbrados a esta manera de presentar la historia no nos supondrá un problema, pero a los noveles en esta faceta del JRPG, toneladas de textos en inglés pueden echarles para atrás. Ni hablar ya de quienes no estén versados en la lengua de Shakespeare.
Diseños con tufillo
Con respecto a los diseños tenemos un poco de lo siempre en este prisma de los juegos low cost japoneses, con un 90% de los demonios siendo chicas, que van cubriendo poco a poco las distintas filias que el jugador tenga en la cabeza (piel morena, loli, neko, yandere…). Puede llegar a cansar a estas alturas, pero muchos diseños están bien conseguidos, son variados e imaginativos. Las dos hermanas de la resistencia también se enfangan en este tufillo machista, siendo una de ellas tímida y cariñosa y otra despreocupada y gruñona.
Dentro del terreno gráfico tenemos unos escenarios poco imaginativos y algo vacíos, con gráficos muy por debajo de lo que la consola puede ofrecer, pero normales dentro de un dungeon crawler como este. Los enemigos parece que se mueven, pero sencillamente se estira y encoge la imagen de los mismos. Una forma de optimizar recursos, un poco cutre pero efectiva. Los demonios al entrar en su forma final también se mueven, pero pasan a tener un diseño bastante feo, por algún motivo que desconozco.
En el terreno sonoro tenemos una gran importancia de la música, ya que la trama gira en torno a una canción ancestral y a un programa de radio clandestino. Los temas principales son cantados, pero la calidad es muy estándar, sin sobresalir en ningún aspecto. Los temas de batalla también son correctos sin llegar a sobresalir. Un punto a favor que tiene el juego es el de tener casi todos los diálogos doblados, con un buen doblaje a la altura de cualquier anime.
Conclusión
Demon Gaze 2 es un título al que hay que aplicar la vista gorda a muchos de sus fallos para encontrar sus virtudes. Su jugabilidad es adictiva y entretenida, que impulsa al jugador a avanzar un poco más por la mazmorra. Además propicia partidas rápidas, con lo que casa perfectamente con la portabilidad de la consola de Sony. Una curva de aprendizaje razonable y unos diseños simpáticos son tierra de cultivo para futuros amantes del género dungeon crawler. No obstante, los gráficos y la música no tienen la calidad esperada, y los tópicos machistas en los diseños y algunos de sus diálogos pueden echar para atrás a muchas personas. Un juego de claroscuros con problemas que, esperemos, se solucionen en la siguiente entrega del estudio.
Lo mejor
- La estrategia durante los combates
- Accesible para noveles en el género
- La trama aporta situaciones divertidas
Lo peor
- Viene solo traducido al inglés
- El tufillo machista en muchos de sus aspectos
- Los gráficos y la música son muy pobres
Demon Gaze II
Plataforma/s: PlayStation 4, PS Vita
Desarrollo: Experience Inc.
Jugadores: 1
Audio/Textos:
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS