La vida en las zonas rurales.
El fantástico artista coreano nos introduce, de nuevo, en la sociedad más tradicional, así pues la historia nos sitúa en el pueblo de Yahwari, comarca de Imhamyeon, una aldea tranquila en el interior de Corea, en el viven ya sólo ancianos principalmente, pero no por ello se ha perdido la alegría, sino que el mismo clima de paz y tranquilidad la crea.
En este contexto se presenta al personaje que moverá todas la historias, ya que el libro se divide en seis apartados diferentes con un total de treinta pequeñas historias de la pequeña aldea. Este joven cartero que se mueve de aquí para allá con su bicicleta nos irá mostrando desde su punto de vista como viven, y donde, los lugareños viviendo en su piel sus preocupaciones, gustos y tradiciones.
Nuestro protagonista viajará por esas tierras y esperará con ansias poder hacer el reparto por aquellas tierras donde las cartas llevan por dirección las cosas más representativas de cada edificio dándole un toque especial a cada viaje. Allí conocerá personas que se sienten queridas por el simple hecho de recibir una carta de sus familiares que se han ido a la ciudad, y descansará en los bosques de Álamos hasta la caída del atardecer, para poder volver a casa y empezar un nuevo día.
Los cambios en la sociedad, y la pérdida de nuestros orígenes.
Tras terminar el primer volumen de esta curiosa historia (Curiosa porque no conozco nada parecido) he llegado a la conclusión de la gran experiencia con la que cuenta el autor de esta obra, ya que nunca antes con unos dibujos habían conseguido trasmitirme tranquilidad como si yo mismo fuera el que se encontraba escondido entre esos parajes rurales en los que nos sitúa la historia. Además, a mi ver, nunca tan pocas palabras habían trasmitido tanto en tan pocas hojas.
Por otro lado, tenemos algo que me parece muy interesante, y es el hecho de cómo el autor cuida a la sociedad tradicional y nos hace ver, y recordar, que mucha de la población que actualmente forma la sociedad coreana en las ciudades viene de las zonas rurales, y que por ello no se debe olvidar los orígenes, por tanto en este aspecto considero que se nota que la obra está hecha para hacer reflexionar a los lectores coreanos y no a los europeos, ya que no podemos apreciar completamente todos los guiños y críticas a la perfección, dado que tenemos sólo una visión parcial de la realidad coreana.
Por último comentar que a pesar de que el dibujo no sea tan elaborado, que no por ello pésimo, ya que al colorear se pierden detalles del dibujo en blanco y negro, como en otras obras. El hecho de que toda la obra sea a color le ofrece un carácter especial y diferente lo cual puede hacer las delicias de los seguidores de este autor.
Autor
Kim Dong-Hwa, nacido en 1950, es considerado uno de los autores más importantes del panorama de la viñeta en Corea, aunque no lo parezca este no empezó con los tebeos sino historias románticas para chicas así como cómics de aventuras para jóvenes. En esa época aparecieron obras como Nuestra Historia, Acacia o Mi Nombre es Cindy, historias que se publicaron en las principales editoriales coreanas durante los últimos años de la década de los setenta y principios de los ochenta.
Con el tiempo el autor fue madurando e intentando buscar un estilo más adulto para ello cambió su estilo de dibujo y buscó otra forma de contar relatos, con ello aprovechó la sociedad que le rodeaba, una sociedad bastante tradicional, para contar sus historias. Gracias a el material que le rodeaba han aparecido fantásticas obras como la que estamos aquí reseñando, u otras como La historia Amarilla o Feo, donde refleja la sociedad tradicional coreana.
Edición
La editorial Planeta DeAgostini nos presenta en esta ocasión una edición de tapadas duras sin sobrecubierta con las hojas a todo color, lo cual encarece el precio como pasa en El Almanaque de mi Padre, pero por otro lado nos brinda una fabulosa edición que hará gozar de la lectura en todo momento.
Lo Mejor: La historia trasmite una sensación de tranquilidad mientras estamos enfrascados en las pequeñas historias del pueblo Yahwari, y además con cada parte del volumen se nos incluyen frases que después aparecerán en las historias a modo de un pequeño poema.
Lo Peor: El dibujo se nota que no es de manga lo cual puede “asustar” en un primer momento al lector pero a pesar de ello es un dibujo elaborado además de la complicación que supone colorearlo por tanto el entramado es menor. También tenemos que al ser una historia más adulta no es una historia que pueda interesar al gran público, además de su elevado precio.
Ficha técnica:
Título: La bicicleta roja
Título original: Red Bycicle
Guión: Kim Dong-Hwa
Dibujo: Kim Dong-Hwa
Editorial española: Planeta DeAgostini
Editorial japonesa: Happy Comic Works
Formato: Libro cartoné
Tamaño: 12.6×18.7, 192 págs. color.
P.V.P: 14.95€
Nº de tomos en España: 2
Nº de tomo en Japón: 4 (Terminada)
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