Hoy se celebra en Japón el Kinro Kansha no hi (勤労感謝の日), que vendría a ser algo parecido al Día del trabajador en España. En este día los japoneses dan las gracias por tener un trabajo que les permita mantener a su familia, ayudar a los demás y, sobre todo, realizarse como personas. Además, como el 1 de mayo, también recuerdan los derechos humanos y los derechos de los trabajadores que se han ido ganando a lo largo de la historia.
Comúnmente siempre se ha visto a la sociedad japonesa, como una sociedad muy dedicada al trabajo, incluso en exceso. Esta importancia del trabajo en la vida de los japoneses se refleja en multitud mangas y animes, donde no faltan personajes cuya dedicación y esfuerzo en el trabajo es una de sus características principales.
Aprovechando una fecha tan señalada, en Ramen Para Dos hemos realizado una recopilación de 8 personajes que consideramos que destacan por ser muy trabajadores, en algunos casos rozando la obsesión o, incluso, poniendo en riesgo sus vidas.
Seishū Handa (Barakamon)
Seishu Handa es especialista en caligrafía tradicional japonesa. El protagonista de Barakamon solo piensa en mejorar su técnica y desde pequeño ha dedicado muchas horas al que es su trabajo. Eso le ha hecho ser una persona egocéntrica e introvertida, que no ha vivido muchas experiencias (esto se refleja en el personaje de Naru, que le hará descubrir todo aquello que no ha vivido de niño).
Por su forma de ser termina trasladándose a unas islas perdidas al norte de Japón cuando el director de una galería lo acusa de tener “técnica de libro”, como si no tuviese alma. Este le golpeará por tales palabras, un gran lío que forman el principio del argumento narrativo de la historia. Seishu deberá descubrirse a sí mismo. Pero, ¿el trabajo nos quita vida?
Kintaro (Golden Boy)
Kintaro es un joven que decide abandonar la universidad para aprender el mundo que hay fuera de ella. Su tenacidad le lleva precisamente a buscar ese aprendizaje en diversos trabajos. En ellos, muestra una ineptitud al inicio para acabar aportando algo nuevo a base de mucho sacrificio y de no abandonar nunca.
Durante esta serie, conoce los pormenores de profesiones relacionadas con la cocina, la informática, la enseñanza o el propio desarrollo de un anime. Huye de consideraciones elitistas y busca siempre una vía por la que todo el mundo, con mucho tesón, puede llegar a alcanzar metas en un principio imposibles.
Todo esto lleva al protagonista de esta historia a provocar la admiración de sus compañeros de trabajo y a ganarse el respeto de quienes le llegan a conocer durante este camino.
Los Ashirogi Muto (Bakuman)
El dúo protagonista de Bakuman, Moritaka Mashiro y Akito Takagi, más conocidos como los Ashirogi Muto, son un ejemplo representativo del esfuerzo y la dedicación en el trabajo. Desde muy jóvenes decidieron que querían ser mangakas y han trabajado duramente por conseguir hacer sus sueños realidad.
Ambos sufrieron en sus propias carnes la dureza del mundo editorial nipón. Muchas horas sin dormir para cumplir los plazos, series que fracasaron, continuas discusiones, aislamiento social… Sin embargo, ellos nunca desistieron en su deseo de convertirse en autores de éxito.
Aunque no todo ha sido malo, también conocieron a muchas personas que, a pesar de la rivalidad del mundo del manga, han sido muy importantes tanto en su desarrollo como mangakas y como personas.
Kintaro Yajima (Salaryman Kintaro)
Kintaro Yajima podría parecer que es un hombre normal y corriente que trabaja en una empresa de construcción. Sin embargo, su dedicación y esfuerzo son fruto de una de una de esas promesas inquebrantables: le prometió a su mujer Akemi que dejaría la banda de moteros que lideraba para ganarse la vida honestamente como salaryman. De esta manera, cambió el violento mundo de las bandas callejeras por el tranquilo y a la vez estresante mundo de la oficina, al cual le dedica todo su tiempo y esfuerzo.
No obstante, no todo es tan sencillo como parece. Ni siquiera en el mundo de la construcción se va a librar de las mafias y la corrupción, por lo que tendrá que volver a recurrir a su banda para poder salvar su nuevo trabajo. Solo así podrá cumplir su promesa que le hizo a su difunta esposa.
Kimihiro Watanuki (XXX Holic)
El protagonista de XXXHolic no puede evitar tener encontronazos con diferentes tipos de espíritus, y su deseo es dejar de tener esta habilidad que tantos problemas le trae, y para ello trabaja a tiempo parcial para Yuko, una extraña hechicera.
Watanuki trabaja con mucho empeño para conseguir su deseo, y dado que vive completamente solo, las tareas de la casa se le dan muy bien. Cocina y limpia a la perfección, y realiza eficientemente cualquier mandato de Yuko. Y es que Watanuki no solo se esfuerza al máximo en trivialidades caseras, sino que dedica gran parte de su tiempo a ayudar Yuko con ocultismo, hechizos y otras tareas similares. Sus esfuerzos y trabajo a lo largo de la serie guiarán su personalidad.
Take Yamashita (El almanaque de mi padre)
El padrazo del manga de Jiro Taniguchi, El almanaque de mi padre, es un gran merecedor de este artículo debido a su trabajo en la barbería Yamashita, y por la complicada labor de cuidar su matrimonio y a dos hijos. Take Yamashita era un hombre que trabajaba sin cesar por una muy justificada razón que cualquier buen padre haría: su familia. Así era, pero su gran determinación a la hora de mantener en una situación estable la vida de sus seres queridos le llevó más de un problema con estos.
Nada mejor que las palabras de su propio hijo, Yôichi, para describir a este personaje: “Mi padre estaba siempre callado y taciturno. Daba la sensación de ser un hombre tranquilo, que prácticamente nunca exteriorizaba sus sentimientos. De espaldas tenía un aire lacónico, era un hombre de pocas palabras, simplemente trabajaba sin decir nada. Crecí viendo a un hombre que vivía con el único apoyo de la honradez”. Una descripción muy acertada para un personaje digno de admiración.
Korosensei (Assassination Classroom)
Antes de que cumpla su promesa de destruir la Tierra, Korosensei, como lo llaman sus alumnos, se ve obligado a hacer de profesor de la clase 3-E, la peor del instituto Kunugigaoka. Así que antes de tan fatídica fecha intentará mejorar los resultados de una clase que, además, no pierde la oportunidad de asesinarle.
Así Korosensei tendrá que utilizar sus superpoderes e inteligencia para ofrecer una educación de calidad. Con su supervelocidad pone deberes ajustados a sus alumnos, imparte distintas asignaturas… Además, a pesar de los continuos intentos de asesinato y trampas de los alumnos él los castiga con buenas acciones, así como enseñarles y motivarles a mejorar la próxima vez. En definitiva, un profesor terroríficamente ejemplar.
Black Jack (Black Jack)
Fruto de la pasión que sentía Tezuka por la medicina nació el personaje de Black Jack. Un personaje con vocación para la medicina y, especialmente, para la cirugía. Su destreza y conocimientos no tienen rival. Pero, a pesar de esto, no tiene licencia para ejercer la profesión, por lo que es un cirujano clandestino que cobra astronómicas cifras de dinero por sus servicios.
Aunque trabaje en la clandestinidad y su aspecto le da un aire oscuro, es un médico que tiene unos férreos principios morales y, principalmente, un fuerte respeto por la vida. Esto se refleja en sus distintos trabajos y, sobre todo, en su pasado que poco a poco se va desvelando en la obra. Así, el Dios del manga creó un personaje que representa su visión del buen médico que querría haber sido si no se hubiera dedicado al manga.
Seguramente, vosotros tendréis en mente otros personajes trabajadores y que creéis que tendrían que estar en esta lista. Por ello, os animamos a que los añadáis en los comentarios como una forma de resaltar su dedicación en un día tan especial.
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