Si bien la experiencia de cada persona suele ser diferente, nunca está de más poder ver las cosas desde otra perspectiva. Los japoneses, en lo que se refiere a Estados Unidos, suelen pensar en carne, pizza, hamburguesas con queso y todo este tipo de comidas tan apetitosas. Teniendo en cuenta la gran consideración que tiene la cultura Japonesa en lo que concierne a aspectos culinarios no es nada malo.
El problema suele venir cuando el japonés sale fuera de sus fronteras y descubre la triste realidad. Se encuentra con un choque cultural en los países occidentales. En lo que se refiere al país norteamericano hay muchas diferencias y puntos de vista bastante alejados. Un japonés detalla algunos de estas diferencias en un viaje que hizo al país. Y aunque la experiencia, por lo general, fue buena, habían algunos aspectos a mejorar.
A ver qué se encontró este japonés:
1. Asientos de avión sucios
La experiencia en el avión no fue muy buena, ya comenzó bien el viaje!!! ¿verdad? La aerolínea Delta no tenía las mejores valoraciones debido a continuos retrasos, pero decidió darle una oportunidad viendo que los precios de los billetes eran más económicos que otras compañías aéreas. No obstante ese no fue el problema, se encontró con que había mucha suciedad en general e incluso basura en los asientos que, demostraban claramente que no se habían limpiado. La atención al cliente también dejaba mucho que desear. Se trataba de la primera vez que volaba con esta compañía y seguramente no volvería a volar con ellos. A pesar de todo esto, la comida de primera clase parece ser que era lo suficientemente buena. ¿Algo es algo, no?
2. Pobres cañerías
Según este japonés, en Estados Unidos, las cañerías y la fontanería dejan mucho que desear. En el hotel, la presión del agua era inconsistente, a veces el chorro de agua era muy fuerte y otras muy flojo. El problema principal era que esto ocurría en un hotel de cinco estrellas, del que se espera que el servicio sea mejor que el de un motel de carretera. Pero algo más ocurrió en su estancia, la temperatura adecuada del agua tampoco se conseguía fácilmente. Una mañana va a ducharse y se encuentra con que no hay agua caliente, llama a recepción y le dicen que están mirando de solucionar el por qué no funciona el calentador, pero que no están seguros de cuál es el problema.
Para una persona que está acostumbrado a una buena atención al cliente, la respuesta no fue todo lo satisfactoria que cabría esperar. Finalmente, el agua caliente volvía 15 minutos justos antes de irse de la habitación. Obviamente no es un problema que ocurra exclusivamente en Estados Unidos. Los calentadores de agua y las cañerías hacen de las suyas por todo el mundo, pero en Japón esto suele ocurrir muy raramente. De hecho, si los huéspedes nipones se encuentran con este problema en un hotel japonés, considerarían que están en su derecho de armar un gran escándalo!!!
3. Dejar propina, incluso para comer ramen
Cuando uno suele viajar, le gusta probar la comida local, pero a veces uno quiere seguir comiendo algo más familiar a lo que está acostumbrado a comer diariamente. Para un japonés, lo más obvio y recurrido es el ramen. En los restaurantes norteamericanos la propina es obligatoria, gracias a esto el personal consigue ganarse la vida. Sin embargo en Japón es totalmente al revés, los camareros japoneses cobran directamente del empresario un salario suficiente para ganarse la vida sin necesidad de «propinas». Así que si un japonés visita un restaurante de comida japonesa le puede resultar muy raro dejar propina… Si al hecho de comer ramen le añadís que en el país nipón tiene la consideración de comida rápida… la situación es todavía más peculiar si cabe. ¿Realmente os veis dejando propina en un Mc Donalds o similares?
4. A pesar de las largas colas, los clientes charlan con los empleados
La mayoría de los estadounidenses ven como algo habitual hacer cola en cualquier comercio para pagar, ya pueda ser en tiendas o en supermercados. Por un lado están los cajeros japoneses que, si bien, no son de lo más rápidos, tampoco pasan mucho tiempo charlando con sus clientes. Se limitan a saludar con un simple hola, solicitan la tarjeta de descuentos o como mucho llaman por teléfono para preguntar por el precio de algún producto.
Pero en Estados Unidos, los cajeros suelen tener un trato más familiar con sus clientes y se les puede ver riendo y conversando sin ningún tipo de pudor. Algunas personas pueden disfrutar de esta situación, pero si por este motivo resulta que la cola se hace cada vez más larga, no resulta muy divertido para el resto de clientes. Esto es lo que se encontró el colega japonés y le resultaba extraño que algunas cajas registradores estuvieran siempre cerradas. No importaba cuán larga era la cola o de cuánto tiempo hubiera que esperar e independientemente del personal que hubiera en el establecimiento, la gente se veía obligada a guardar turno con solamente una o dos cajas atendiendo.
5. Los bastoncillos de algodón son de mala calidad
Puede resultar extraño, pero resulta que limpiar la cera de los oídos está más extendido en Japón que en EE.UU. Así que la baja calidad de los bastoncillos de algodón puede ser muy desesperante para los japoneses. Sobre todo cuando el algodón se desprende y se queda en los oídos. Lo más seguro es que a los que viven en Norteamérica no se percaten o, simplemente, no les importe la calidad del producto, pero es algo que este japonés encontró muy decepcionante. Pero aquí no se termina todo, una diferencia con lo más habitual es encontrar bastoncillos de algodón negro, muy fáciles de encontrar en Japón. ¿Pero para qué lo querrías de color negro? Resulta que así es más fácil ver la cera de los oídos. La razón por la que querrías verlo más fácilmente es algo difícil de comprender.
6. Los taxistas de Nueva York son egoistas
Cuando indicas a un taxista tu destino, a menudo se oye que el conductor indica que no quiere ir allí a esa hora del día o que eso está demasiado cerca. Con la cantidad de clientes que suele haber en la gran manzana utilizando taxis, el algo difícil de cambiar, pero el japonés encuentra que, por lo general, los taxistas de la gran manzana suelen ser bastante egoístas. En contraposición a los taxistas nipones que suelen ser amables y serviciales. No obstante, nuestro amigo japonés reconoció que durante la burbuja económica de los 80 sus compatriotas taxistas solían tener la misma actitud.
7. Los cigarrillos son caros
Obviamente, depende de cada estado, pero fumar es más caro en Estados Unidos que en Japón, sobre todo en Nueva York. Mientras que un paquete de cigarrillos por lo general, en Japón cuestan sobre los 400 o 500 yenes (en torno a los 3 o 4 euros), mientras que en Nueva York puede costar el doble. Lo mejor que pueden hacer los japoneses es traer un poco en sus equipajes. Aunque dejar de fumar podría ser una buena idea…
8. Pérdida de equipaje
La pérdida de equipaje no es algo exclusivamente estadounidense, más bien es un problema con el que las compañías aéreas de todo el mundo siguen luchando para solucionar. La experiencia de nuestro amigo nipón fue horrible y por lo que cuenta… como no, ocurrió en Estados Unidos. Después de un vuelo de 45 minutos desde San Diego a Los Angeles, descubrió que sus maletas habían desaparecido. Cuando habló con el personal de apoyo para saber lo que había sucedido, le dijeron que sus pertenencias estaban en otro vuelo a Ecuador! Los errores suceden, es comprensible, pero menudo lío!!!! Finalmente, consiguió su equipaje cuatro días más tarde!!!
9. No hay cepillos de dientes los hoteles
Una de las cosas más sorprendentes de los hoteles japoneses es descubrir los cepillos de dientes en el lavabo. La decepción de nuestro amigo al no encontrar un solo cepillo en los hoteles estadounidenses fue mayúscula. Cada vez, es más común encontrar cepillos de dientes, crema de cara e incluso suministros de maquillaje en los hoteles nipones. Pero lo máximo que puedes esperar de un hotel americano es que un chocolate te reciba en la almohada y que haya un poco de jabón en la ducha. El público estadounidense no le daría muchas vueltas a este tema, pero para los japoneses que esperan esos pequeños detalles en sus viajes puede ser decepcionante.
10. Habitaciones oscuras
Nuestro amigo encontró las habitaciones demasiado oscuras, ya fueran hoteles o apartamentos. Mientras que algunos izakaya (restaurantes o bares típicos japoneses) en Japón puede ser oscuros, también los hay muy bien iluminados. Parte de esto parece tener su origen en la abundancia de las luces del techo de Japón, en contraposición a los muchos lugares de los Estados Unidos que suelen utilizar iluminación indirecta como lámparas montadas en la pared. Esto también lleva a preguntarse si tal vez los occidentales son más sensibles a la luz que los japoneses, sobre todo, porque son pocos los japoneses que usan gafas de sol.
11. Muy pocos aseos en Nueva York
Encontrar aseos en NY es bastante complicado, al menos es lo que le pareció a este japonés. En Japón, casi todas las tiendas, cafeterías y las estaciones de tren poseen un aseo disponible y gratuito. En general, las estaciones de tren suelen estar equipadas con al menos un inodoro para ambos sexos. Sin embargo, en Nueva York, nuestro amigo nunca pudo encontrar un baño, especialmente en las estaciones. Acabó llevando toallitas húmedas para poder limpiar sus manos, ya que nunca esperó encontrar un baño libre en su visita en la Gran Manzana. Incluso en los lugares en los que había retretes, se encontraba que eran lavabos mixto, compartido por hombres y mujeres. Incluso se encontró con aquellos establecimientos en los que tienes que pedir la llave al personal. Como sabéis, para un japonés se trata de una molestia tener que pedirlo, pues suelen ser bastante vergonzosos para hablar.
12. No hay máquinas expendedoras
Lo habitual es que la gran mayoría de los hoteles tengan máquinas expendedoras, pero este colega se encontró con que muchos no tenían. Pero cuando había máquinas disponibles, los productos estaban a un precio superior, con bebidas y aperitivos más caros de lo habitual. En cambio, los hoteles japoneses, casi siempre suelen tener máquinas de todo tipo, incluso algunas ofrecen tabaco y alcohol, hecho que te evita tener que cruzar la calle a buscar una tienda durante la noche.
Si bien es verdad que la experiencia de visitar Estados Unidos cambia dependiendo de cada persona, pero ¿creéis que este colega japonés es un poco exagerado o tiene razones de peso para opinar así?
¿Tuvo mala suerte en su viaje?
Fuente: Rocket News 24
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