Con estas palabras, Hong In-hye, alias Luna, resume el contenido de su bitácora convertida en libro. La fuente original, su blog Luna Park (http://www.lunapark.co.kr) ofrece entradas prácticamente diarias en las que la autora, por medio de dibujos hechos con tableta gráfica acompañados de texto, cuenta sus ocurrencias, cambios de humor, disgustos laborales y un largo etcétera.
Tras hacer seguimiento de las entradas escogidas para formar parte del manwha Luna Park, correspondientes al año 2006, se puede hablar de Luna como una joven de Seúl que trabaja en una empresa de publicidad, vive con sus padres y su hermano, tiene un reducido aunque fiel grupo de amigos y muestra especial devoción por dormir a pierna suelta, comer carne y vivir en su pequeño mundo bipolar, donde un día puede sentirse en modo «baguette», en el que la corteza dura que la recubre protege su interior blando de los golpes, y al otro en modo «merengue», blanda y vulnerable.
Lo más interesante de la lectura de Luna Park, además de lo divertidas que son algunas de las entradas (mejor dicho, páginas), es la extracción de los elementos culturales que definen a la sociedad surcoreana. Se pueden apreciar ciertas similitudes con los japoneses, como la predisposición a echarle horas y más horas al trabajo, las salidas de compañeros que quedan para beber después de un día duro en la oficina o el gusto por los karaokes. Pero lo esencial es introducirse en el universo de la protagonista, con quien más de una lectora llegará a sentirse identificada.
En las narraciones de Luna hay cabida para decenas de pequeñas historias: el gimnasio, su hámnster Chiqui, un día de compras con su madre en busca de chollos, los cambios climatológicos, los entresijos de la red…
Como una especie de Amélie Poulain a la coreana, Luna se acaba ganando el aprecio del lector por su simpatía y excentricidades. La única duda que queda en el aire con respecto al título del blog/libro, es si Luna Park hace referencia a la traducción al inglés (Parque Luna) o a la construcción de un alias completo para Internet, sumando al nombre Luna el apellido Park, uno de los más corrientes en Corea del Sur, presente en el 9% de su población.
Empleo personalísimo del 4koma
No sería correcto afirmar que Luna Park sigue el patrón clásico de la tira de cuatro viñetas al que se hace mención, pero aunque Hong In-hye se vale de cada bloque para llenarlo de dibujos y texto según necesidad, en muchas ocasiones sí que sigue esta directriz usando viñetas delimitadas, a veces tres, a veces cuatro o más.
La totalidad de las páginas están dibujadas con un estilo chibi de trazo grueso, y coloreadas con colores planos, sin tramas, en su mayoría de tonos pastel. Los únicos efectos digitales que se han añadido son algunas sombras para dar relieve, o fotografías esporádicas que se infiltran en el conjunto. Los fondos, si es que la viñeta los requiere, suelen estar compuestos de más colores planos, algún motivo sencillo que se repite o, en los casos más elaborados, dibujos que siguen la misma estructura que los de los personajes.
A resumidas cuentas, el grafismo no es, ni mucho menos, espectacular. Resulta más bien simple, aunque agradable a la vista, pero hará las delicias de los admiradores de lo kawaii.
Diario de una chica corriente
Los pocos datos que se conocen acerca de Hong In-hye están resumidos en la última página de Luna Park: nacida el 30 de Enero de 1982 en Seúl, la autora se licenció en la Universidad Femenina de EWHA y trabaja como publicista en la empresa TBWA Korea. La popularidad de su bitácora Luna Park le ha llevado a verla publicado en papel en distintos países, como Italia, Indonesia y España.
Pequeña gran obra para gente trendy
Es difícil concretar a qué grupo de lectores potenciales podría estar destinado Luna Park. Por ello, en lugar de establecer un criterio en base al tipo de cómic que suelen leer, es más correcto decir que disfrutarán de esta manwha aquellas personas que gusten del diseño (en especial de todo lo hecho a mano), de leer blogs en Internet, de lo kawaii sin llegar a un nivel pasteloso insoportable y, en especial, los que consideren que tienen una visión del mundo original y única dentro de la homogeneidad urbana.
La presentación de Luna Park está bien conseguida. La calidad del papel es alta, la impresión es muy correcta y su contenido es, a grandes rasgos, una selección de las mejores entradas del blog; algunas de estas entradas han sido publicadas en papel tal y como saltaron a la blogosfera, pero otras han sido redibujadas, aunque respetando los gags y el esquema básico. La traducción es natural y acompaña al espíritu simpático y autocrítico que se pretende transmitir, aunque hay alguna que otra errata y expresiones que no acaban de sonar del todo concisas.
En definitiva, es un producto arriesgado bajo el punto de vista editorial, en principio minoritario, que ofrece poco más de lo que se ha enumerado en esta reseña. Además, su precio, casi doce euros, hace que sea una inversión que hay que pensarse dos veces. Se recomienda, si es posible, echarle un vistazo a fondo antes de adquirirlo. Si en esa primera ojeada surge el flechazo, comprar Luna Park será un acierto. Pero si no es así, es mejor destinar el dinero a otra cosa.
Lo mejor: La originalidad del material en sí. La manera en la que la red y el libro clásico confluyen.
Lo peor: El precio. A pesar de la buenísima edición, es excesivo.
Ficha técnica:
Título: Luna Park
Título original: Luna Park
Guión: Hong In-hye
Dibujo: Hong In-hye
Editorial coreana: Anibooks Publishing Co.
Editorial española: Planeta
Formato: rústica, 208 páginas a color
Precio: 11,95 €
Nº de tomos en coreano: 1 (autoconclusivo)
Nº de tomos en español: 1 (autoconclusivo)
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